No ​ ​ es ​ ​ cuento ​ ​ chino: ​ ​ algunos ​ ​ retos ​ ​ para ​ ​ el ​ ​ liderazgo ​ ​ de ​ ​ la ​ ​ RPCh

No es cuento chino: algunos retos para el liderazgo de la RPCh

Kail Márquez García

La celebración del XIX Congreso del Partido Comunista de China en octubre de 2017 es un hito de trascendencia internacional, en función del creciente y fundamental rol que ocupa esta potencia como actor en el sistema internacional. Dentro de las metas a largo plazo propuestas por el presidente Xi-Jinping se encuentra que entre 2020 y 2035 el país «ocupará un lugar en las primeras filas de los países innovadores» y de ahí hasta 2050 la nación china «se erguirá entre todas las naciones del mundo». Las inmensas desigualdades y los problemas que enfrentan los países en desarrollo interpelan al liderazgo histórico de EE.UU. y su capacidad para estabilizar el sistema. Este artículo se propone entonces, en el campo internacional explorar algunos desafíos que enfrenta la República Popular China (RPCh) como nueva potencia mundial a partir del desarrollo de sus alianzas estratégicas con los países del sur, la cuestión del libre comercio y la seguridad internacional.

 

Sobre las relaciones con los países del Sur

Tras la ruptura con el campo socialista y la formulación de la teoría de los tres mundos, una de las preocupaciones centrales en la política exterior era el establecimiento de alianzas estratégicas; en el caso de la región latinoamericana-caribeña este estatus le pertenece a Argentina, Brasil, Chile, México, Perú y Venezuela. Las giras a la región de las autoridades de la RPCh han sido guiadas por cuatro principios del Sur para el Sur: paz y amistad, apoyo mutuo, igualdad y beneficio mutuo y búsqueda de progreso común.

Para profundizar en esto, se toma la relación de China con Brasil como ejemplo generalizable. Tras volverse el primer socio comercial en 2009, se consolida un vínculo de proveedor de recursos naturales funcionales a la modernización del otro. Desde que se vislumbra el fin del mundo unipolar y se transita hacia uno multipolar, la opción exterior de Brasil por la autonomía mediante diversificación se posibilitó por los mayores márgenes de autonomía relativa experimentados y por la aparición de otros actores de relevancia en el plano mundial. (Vigevani-Cepaluni 2007) No obstante, como señala Busili (2017) sobre la composición de las exportaciones brasileñas a China se puede observar: «(…) una importante concentración en tres productos primarios: granos de soja, mineral de hierro y petróleo crudo (…).» Esto nos remite a lo que señala el teórico cepalino del sistema centro-periferia Prebisch, para quien la modernización en la periferia debía romper la reproducción de la lógica donde las exportaciones se concentran en pocos productos primarios. Un último punto es la cuestión referente a los cambios en el sistema financiero mundial con la reforma de las instituciones de Bretton Woods y la creación de nuevas instituciones como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura y el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de la alianza BRICS. Si bien existe una retórica acerca de los no condicionamientos ni imposiciones de los segundos, recientemente fue expulsado el director brasileño del NBD, el ec. Paulo Nogueira, por “no mantener la neutralidad política” cuando según él sólo comentó cuestiones relativas al proceso de impedimento de la expresidenta Rousseff por crimen de responsabilidad y lo fundamental de probar dicha configuración y lo atribuye a presiones políticas del Gobierno brasileño.

 

Sobre la promoción del libre comercio

El Foro Económico Mundial se reúne anualmente en Davos, Suiza. Este año, las declaraciones del presidente Xi fueron portada de la prensa mundial, al hacer un llamado a mantener el libre comercio y la globalización. También rechazó cualquier guerra comercial basada en el proteccionismo; y guerras monetarias basadas en devaluaciones artificiales -estas últimas intenciones confirmadas en los hechos este año por el departamento del Tesoro estadounidense-. Volviendo al libre comercio, resulta pertinente preguntarse qué es lo que busca este discurso, por lo cual se retoman los aportes del economista Ha-Joon Chang: «(…) Los países que propagan la visión del libre comercio parecen estar de hecho dando la patada a la escalera que ellos utilizaron para llegar a la posición privilegiada que ahora ocupan.» (Ha-Joon Chang, 2013:51)

En este sentido, frente a la cancelación del mega acuerdo Trans-Pacífico (TPP) por parte de EEUU, la RPCh ha fortalecido el impulso de un cerco propio en su zona de influencia llamado Acuerdo Regional Comprehensivo de Economía (RCEP, siglas en inglés).

 

Sobre la seguridad internacional

En cuanto a la participación de la RPCh en Misiones de Pacificación del Consejo de Seguridad de la ONU, inició en 1990 con observadores desarmados hasta hoy que participa directamente en nueve misiones con más de dos mil quinientos efectivos. Mediante esta colaboración con la seguridad internacional busca ganar influencia y mejorar su imagen. Si bien esto significa la defensa del multilateralismo como forma de ejercer la diplomacia, también es cierto que con respecto a las luchas por el control del mar de China meridional, la RPCh ha tomado acciones unilaterales como la construcción de bases militares en aguas en disputa.  La seguridad internacional ha sido uno de los grandes temas de la agenda del siglo XXI, por lo cual es importante señalar que la RPCh no ha ocupado un lugar central en la lucha contra el terrorismo y el crimen transnacional, al menos en términos relativos. No había desarrollado bases militares en el extranjero hasta la construcción de una en el cuerno del África (exactamente entre el mar Rojo y el golfo de Adén), en Djibouti. Se menciona en la literatura internacionalista que se ha desarrollado un orden post-westfaliano en donde el principio de intervención humanitaria sustituye al de soberanía, esto significa para la política exterior china una clara tensión acerca de la no intervención en asuntos internos.

 

Reflexiones

En líneas generales desde la RPCh se propone para el siglo chino un liderazgo no hegemónico que ofrezca estabilidad para continuar desarrollando la mundialización. En este artículo, no se abordó la política interna, sin dudas estudio necesario para profundizar en el entendimiento de la RPCh. No obstante, a nivel internacional, se observan comportamientos contradictorios a la hora de lo que se promete con grandes inversiones de capital chino y los procesos-resultados en término de desarrollos nacionales que garanticen mayores niveles de autonomía y soberanía. Así como los avisos de que no se generará una nueva hegemonía o un neo-imperialismo empiezan a aparecer desembarcos de fuerzas militares chinas en el extranjero, sin dudas un acontecimiento, al decir de Duroselle (1998), cuya evolución como nuevo fenómeno histórico deberá ser seguido de cerca. El nuevo liderazgo chino se enfrenta a estas y otras contradicciones, ante las cuales los países del Sur tendrán que desarrollar sus estrategias prospectivas para no caer en cuentos chinos.

Referencias

– Busili, Virginia (2017) La alianza estratégica entre Brasil y China, y sus relaciones económicas bilaterales.

– Chang, Ha-Joon (2013) Patada a la escalera: la verdadera historia del libre comercio. en Ensayos de Economía, n° 42. Enero-Junio.

– Duroselle, Jean (1998) «Todo imperio perecerá. Teoría sobre las relaciones internacionales.» México.

– Ríos, Xulio (2008) China y las misiones de paz de naciones unidas. Observatorio de la Economía y la Sociedad china.

– Vigevani, Tulio y Cepaluni, Gabriel (2007) A política externa de Lula Da Silva: A estratégia da Autonomia pela Diversificaçao. Contexto Internacional, Rio de Janeiro, vol. 29, nº 2, julio-diciembre 2007, p. 273-335.

Yemen, punto caliente entre el cuerno africano y la península arábiga.

Yemen, punto caliente entre el cuerno africano y la península arábiga

Kail Márquez García (estudiante avanzado de la lic en Desarrollo – FCS)

Introducción

Este artículo se propone aportar al estudio del conflicto bélico cívico-militar que acontece en Yemen, sus raíces históricas y causas inmediatas, así como un intento por situar al Estado surgido tras la reunificación en el tablero geopolítico del mundo árabe y Asia occidental. Desde 2015, han fallecido a causa de la guerra entre 11,4 mil personas -la mitad civiles-, así como 170 mil yemeníes se encuentran refugiados en países vecinos;  3,5 millones de desplazados internos y 300 mil menores de 5 años que se encuentran al borde de la inanición.

En pos de una contextualización, Yemen se compone de casi 27 millones de habitantes, una población media para el mundo árabe, pero con un economía atrasada ubicándose medallista entre los países árabes de menor desarrollo económico. En términos religiosos, se estima que poco más de la mitad adhiere al Sunismo, y que 45% se identifica con el Shiismo, ambos distribuidos más o menos como espejos del Sur y del Norte, el resto sería de grupos minoritarios (judeos y cristianos).

Antecedentes – Colonialismo, Independencia, bipolaridad y reunificación

Haciendo una breve síntesis histórica, los avances imperiales británicos a fines del siglo XIX, establecieron un protectorado en el Sur hasta mediados de los sesenta, cuando evacuaron el territorio tras revueltas panarabistas y socialistas. Desde su creación en 1967, Yemen del Sur, primer estado socialista del mundo árabe, perteneció al bloque alineado al mundo soviético. El norte por su parte, tras el fin de la primera guerra mundial (y del imperio otomano), conformó una monarquía que fue desestabilizada por republicanos en 1968, cuando se crea la República del Norte de Yemen sustituyendo al régimen anterior. A pesar de las tensiones militares, conflictos bélicos ocasionales y rivalidades políticas, desde mediados de los años setenta, se llevaron a cabo conflictos de baja intensidad, pero también diálogos de paz para la reunificación, proceso que culmina en 1990 con la conformación de un Estado unitario de extracción Islámica. Desde entonces, en distintas elecciones legislativas y re-elecciones ejecutivas, el Partido del Congreso General del Pueblo (CGP), dirigido por el ex-jefe de estado de Yemen del Norte general Saleh (quién gobernaría 12 años en Yemen del Norte más 12 años luego de la unificación), hegemonizó la política de Yemen, generando una “élite gobernante” alejada de las bases sociales del régimen.

Antecedentes – De lo civil a lo militar: intensificación del nivel y frecuencia del conflicto sociopolítico (2004-2014)

Desde el 2004, así como una década antes surgían los nuevos zapatistas contra el TLCAN, en Yemen se levanta un movimiento sociopolítico que reclama un nuevo tipo de relación con el resto de las comunidades políticas del Estado, así como se denuncia la ilegitimidad del gobierno de Saleh por su destrato para con las minorías del norte.  En las cuatro regiones montañosas del Norte, donde viven mayoritariamente la población Zaidí (chii), se organiza el grupo Huties/Ansarallah -quienes apoyan a Dios-, que se venían formando desde los noventa en recuperar su historia familiar y territorial (“juventud creyente”) y sus valores islámicos: anti-sionistas, anti-estadounidenses y anti-salafismo. Sus miembros y adherentes se estima se han multiplicado por 100% una década después de 2005.

De pequeñas células salafistas actuando anteriormente, en 2008 se formaliza la insurgencia de al-Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) o Ansar al Sharia (Yemen). En esa época, EEUU comienza con los ataques mediante aviones no tripulados (drones) para realizar ejecuciones extrajudiciales, así como Arabia Saudita apoya la represión de la insurgencia Houthi. Las sucesivas guerras de Ansarallah contra el gobierno del CGP, el tribalismo suní-antihutí y el ejército saudí, generaron entre 2004-2010 ciento cincuenta mil desplazados internos y refugiados. Lo que acontece luego, en 2011, son protestas urbanas y revueltas multitudinarias contra la “dictadura familiar” de Saleh, por los efectos de la crisis socioeconómica, así como por la desigualdad interregional en el país. Por su parte, actores como Arabia Saudita y el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), luchaban con los hutíes en el norte, e inter-mediaban por una transición institucional pacífica. Saleh, luego de intentar con la represión, renunció y cedió la jefatura a su vicepresidente Abd Rabbuh Mansur Hadi, en un pacto promovido por los saudíes (que excluye políticamente a Ansarallah).

Entre 2012-2014, se desarrollan diálogos nacionales para la paz (supervisados por la ONU) pero antes de que se implementaran, el gobierno “legítimo” de Hadi es boicoteado, en mayor o menor medida, por los quitar subsidios al combustible y la voluntad de confederación del Estado (movimiento sureño). En 2014, en noviembre el CGP expulsó a Hadi de sus filas por discrepancias políticas, al tiempo que en cuestión de meses, el ejército de los huties sitia la capital Sanaa, y remueve al presidente mediante una victoria militar frente a las fuerzas de seguridad pro-hadi y a los Hermanos Musulmanes en Yemen. A inicios del 2015, el gabinete ejecutivo es disuelto y sustituido por un Consejo Supremo Revolucionario (CSR) que guiaría la transición y que es dirigido por Ansarallah pero no reconocido ni por los “Hermanos Musulmanes”, ni por el movimiento sureño confederado.

Entre los años 2011 y 2015, se movió la estantería del orden anterior, desde la caìda del régimen de Saleh, hasta la imposibilidad del siguiente régimen de consolidar su legitimidad para dominar, por lo que acabó con el mismo destino. Se abrió y desarrolló una gran crisis económica y social en el país (que aún azota), ahondando la internacionalización de las guerras yemeníes.

Actualidad – Entre la balcanización y la unidad nacional (2015-2016)

En marzo de 2015, la coalición liderada por los saudíes-CCG (Arabia Saudita, Bahrein, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, con el respaldo de Egipto, Marruecos, Jordania, Turquía y Sudán) da inicio oficial a la Operación Tormenta Decisiva en Yemen. En cuanto a los actores extra-regionales, Estados Unidos y el Reino Unido participan en la supervisión de las operaciones, así como en la provisión de material bélico. A pesar de la resolución del euro-parlamento de bloquear esta provisión, según informa en 2016 el Centro de Estudios para la Paz: «(…) el principal destino de las armas españolas es (…) en especial Arabia Saudí, que acumula compras de armas por 546 millones de euros«, lo cual representa el 20% del total sus exportaciones de armamento. Tras el comienzo de la guerra, se produce una división del ejército nacional de Yemen entre aquellos leales a Hadi (están junto a tribus sunitas anti hutíes y a la coalición internacional) y los partidarios de Saleh (junto a las milicias huties). En cuanto a la dimensión comunicacional y propagandística, es importante señalar que la agencia estatal de noticias (SABA) pasó a manos de Ansar Allah en marzo del 2015, cuando Hadi saliera del país. Esto ha llevado a que se lanzara desde el reino saudí distintas estrategias comunicativas para contrarrestar la visión de los medios afines a los hutíes. Según Luisa Loveluck (2015), el bloqueo naval-aéreo y los bombardeos han generado escasez de gas y electricidad, generando problemas de abastecimiento a los Hospitales.

La guerra entre los tres polos: CPR, Hadi-CCG, Yihadistas, cada bando ha generado puestos de control militar de forma de asegurar su territorio de los bandos rivales. Los principales focos de enfrentamientos se encuentran entre las zonas del suroeste (pro Hadi/CCG) y del noroeste (CPR), tal como se puede apreciar en el mapa del Anexo. También en el norte en la frontera con los saudíes, donde el sur de la mayor potencia militar de la región se encuentra en un período de desestabilización y militarización por parte de la monarquía, así como las protestas de la comunidad shiita. Además, el conflicto se expande hacia el mar, por ejemplo, cuando en aguas arábigas un barco con armamento y ayuda humanitaria iraní fue amenazado por fuerzas estadounidenses y forzado a retornar a su origen. O cuando en el mar rojo, en octubre EEUU bombardea radares antiaéreos huties, justificándose en un ataque a sus posiciones navales desde tierra bajo la órbita de Ansarallah, lo cual algunos como Brandon Turbeville (2016) señalan de “ataque de falsa bandera” tras el alcance internacional de los bombardeos saudis a civiles yemeníes. La batalla de Taíz (ver mapa anexo), tercera ciudad más importante del país, ha sido un foco importante de choques, debido a encontrarse en un punto  de medio camino entre la capital Sana, el puerto Adén y el estrecho de Bab-el-Mandeb.

En 2016, entre agosto-noviembre, el CPR es sustituido por el Consejo Supremo Político (CSP), alianza entre Ansarallah y el CGP pro-Saleh. Durante este período fracasaron las negociaciones de paz en Kuwait, así como el alto al fuego acordado en Omán. Cabe resaltar que el inicio en octubre de casos de cólera llevó en dos meses a que la OMS declarara una epidemia con 4 mil casos comprobados. Debido al déficit de servicios sanitarios en la mayoría de las regiones del país, podrían llegar a verse contagiadas hasta diez millones de personas, entre desplazados internos (refugiados) y personas que viven en zonas donde la destrucción militar de la infraestructura ha generado un acceso hiper precario al agua, viéndose obligadas muchas comunidades a beber no potable. A fines de noviembre, a pesar de las quejas de la ONU, se ha anunciado un nuevo gobierno de “salvación nacional” dirigido por Ansarallah-CGP.

Reflexiones a partir del caso

En otro orden, es importante señalar algunas mediaciones que aportan conceptualmente para desentrañar el sentido de la actual guerra en Yemen. En la geopolítica el concepto “cuellos de botella” (Chokepoint), se aplica a canales y puntos estratégicos para el transporte marítimo, son espacios neurálgicos para el comercio, en particular para el petróleo, ya que cualquier shock u obstrucción afectaría grandes flujos de hidrocarburos. Algunos de los más importantes son: el Estrecho de Ormuz (golfo persa); de Malaca (sudeste asiático); Canal de Suez y de Panamá; Estrecho de Bab-el-Mandeb, daneses y turcos. Interesa detenerse, justamente, en el estrecho de Bab-el-Mandeb –puerta de las lamentaciones– que conecta el mar rojo al Norte con el golfo de Adén al Sur (así como hacia el mar arábigo y el océano Índico). Por allí, circulan diariamente un aproximado de 3,8 mbd de petróleo.  Además en su epicentro, en el pequeño Djibouti (o Yibuti) , la nueva superpotencia económica China comenzó en 2016 a construir su primer base militar oficial en el extranjero, para actividades de protección de los mares abiertos de ataques piratas y evacuación de sus ciudadanos en países con crisis políticas. En Yibuti también se encuentra la mayor base militar estadounidense en África: campo aéreo Lemonnier (4000 soldados, drones y aviones); Japón (12 hectáreas) e Italia (desde 2011) también cuentan con sus propias bases.

En cuanto a la disputa intra regional los saudíes se plantean prever cierres del estrecho de Ormuz por parte de Irán en futuros enfrentamientos, por lo que están interesados en construir un oleoducto transarábigo a través de Yemen, para salir al Océano Índico sin pasar por el golfo persa. Según el analista Michael Horton:

“Un oleoducto a través de Yemen proporciona a Arabia Saudí y a los Estados del Golfo que son sus aliados acceso directo al Golfo de Adén y al Océano Índico, le permitiría evitar el Estrecho de Ormuz, un lugar de paso obligado estratégico que Irán podría bloquear, al menos temporalmente, en un futuro conflicto.” (Horton, en Ahmed 2016)

Bibliografía y documentos

Anexo

Middle East Eye (2016) Mapa de Yemen, en base a información de Risk Intelligence. Actualizado el 21/11/16 (online) Disponible en: http://www.middleeasteye.net/news/clashes-yemen-ceasefire-nears-end-1199554852 (consultado el 28/11/16)

Glosario

CGP: Congreso General del Pueblo. / AQPA: Al-Qaeda en la Península Arábiga. / CCG: Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo. / CSR: Consejo Supremo Revolucionario. / CSP: Consejo Supremo Político.

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Frente a la ahistoricidad de la economía neoclásica, un analísis histórico de uno de sus supuestos fundamentales. La racionalidad económica y la búsqueda del interés personal.

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La «racionalidad» de los agentes económicos, entendida como la búsqueda del maximo beneficio posible en todo momento y ante cada situación, haciendo un uso perfecto de la información, con una determinada restricción presupuestaria, es uno de los supuestos clave del análisis microeconómico neoclásico, pero también es uno de los supuestos que generan más dudas y cuestionamientos. El hecho de que los agentes sean racionales a la hora de tomar sus decisiones, implica que los individuos tienden a maximizar su utilidad y a reducir sus costos o sus riesgos, procesando adecuadamente la información que conocen. De esta forma los consumidores por ejemplo, tratarán de lograr la mayor utilidad posible con el  ingreso que perciben; mientras que las empresas  buscarán maximizar sus utilidades.

Esta teoría de la elección racional, que supone un individuo guiado únicamente por su propio interés, el “homo economicus”, ha sido puesta en cuestionamiento por  muchos autores, desde muy variadas corrientes del pensamiento. Por ejemplo Amartya Sen, quien no se aparta en sus trabajos del marco analítico de la economía neoclásica, en  “Los tontos racionales”, pone en cuestión la eficacia de este supuesto para explicar la totalidad de los comportamientos de los individuos, reconociendo que no son capaces de explicar los comportamientos cooperativos o altruistas. De esta forma manteniendo los supuestos neoclásicos, pero introduciendo modificaciones sobre el plano de las preferencias, reconoce que en las interacciones sociales existen conductas que son guiadas por el compromiso o por el altruismo, las cuales no pueden ser explicadas por la teoría de la elección racional y hacen necesaria la elaboración de una estructura más compleja, que sea capaz de abarcar las distintas conductas de los individuos.

Para Amartya Sen (1976)

La teoría tradicional tiene muy escasa estructura, se asigna un ordenamiento de preferencias  a una persona, y cuando es necesario se supone que este ordenamiento refleja  sus intereses, representa su bienestar, resume su idea de lo que debiera hacerse y describe sus elecciones y su comportamiento efectivo (…) Una persona así descrita puede ser “racional” en el sentido limitado de que no revele inconsistencias en su comportamiento de elección , pero si no puede utilizar estas distinciones entre conceptos muy diferentes, diremos que es un tonto. En efecto el hombre puramente económico es casi un retrasado mental desde el punto de vista social (p 202)[1]

Otras críticas como las de  Herbert Simon, se centran en el hecho de que el homo-economicus es  un actor con demasiada comprensión económica a la hora de tomar decisiones, lo cual no coincide con lo que se observa empíricamente. En la práctica los agentes económicos tienen que enfrentarse a la incertidumbre y manejan información limitada, ya que sería imposible para un individuo estar plenamente informado de todas las circunstancias que afectan a sus decisiones.

La racionalidad maximizadora de beneficios del homo –economicus también ha sido criticada desde muchas otras corrientes económicas, podemos encontrar otros planteos con un espectro muy variado de enfoques, pasando desde la economía institucional, hasta por las teorías bioeconómicas de Nicholas Georgescu Roegen[2] o Herman Daly.

Sostiene Oscar Carpintero (2005)

Cabe dudar de la racionalidad económica convencional —basada en la maximización del beneficio empresarial o del bienestar individual a corto plazo— como una guía razonable para la gestión y asignación de los recursos naturales a largo plazo. Y es que la aparición en escena de la incertidumbre en el futuro y la utilización de la prudencia que «minimiza los remordimientos o arrepentimientos futuros», abonan la propuesta del economista rumano a favor de la conservación. (p 55)[3]

Este concepto de racionalidad económica no nace con los enfoques de la economía marginalista que conocemos, sino que su origen data de más allá en el tiempo. Hirschman en”Las pasiones y los intereses” nos presenta el surgimiento de las raíces de este concepto y  de las bases teóricas que sostuvieron el nacimiento de la economía capitalista, brindando un panorama de la importante transformación ideológica que se produjo para que a la búsqueda del interés material,  tan duramente condenada durante largo tiempo, se le otorgara la función de contener las pasiones destructivas del hombre. Asimismo vemos como se ven reflejadas estas ideas en la obra de uno de los teóricos más influyentes de la economía clásica como Adam Smith.

Hirschman entonces nos muestra, como para los pensadores de la Época Moderna el «interés personal» o «interés egoísta» era un buen contrapeso de otras pasiones que gobernaban la conducta humana.  A la búsqueda de los intereses materiales, que hasta entonces eran motivo de condenación por el cristianismo, al punto de considerar como pecado mortal a la avaricia, se le asignó la función de contener las pasiones rebeldes y destructivas del hombre.

Es durante el renacimiento que surge la convicción de que la filosofía moralizante y los preceptos religiosos no eran la manera más adecuada de frenar de las pasiones destructoras de los hombres. En este clima de transición, desde los viejos ideales éticos aristocráticos europeos cargados con una fuerte impronta religiosa, hacia la aparición de las nuevas expresiones intelectuales que emergen con el ascenso de la burguesía y la expansión del comercio, es que comienza a surgir la inquietud intelectual de concebir al hombre “como realmente es”. Esto llevó en el plano de la teoría política al planteamiento de nuevas teorías acerca del estado, para lograr  un mejor funcionamiento de éste dentro de las condiciones existentes.

Por ejemplo como describe Hirschman (1977)

Hubo quienes como La Rouchefoucauld, escudriñaron sus escondrijos y proclamaron sus “descubrimientos salvajes” con tanta animación que la disección parece en gran medida un fin en sí misma. Pero en general tuvo por objeto el descubrimiento de formas más eficaces de modelación del patrón de las acciones humanas por comparación con la exhortación moralista o la amenaza de condenación. (p 23)[4

En la misma línea Maquiavelo plantea la necesidad de diferenciar la realidad de la utopía. De esta manera plantea la importancia de distinguir entre la verdad efectiva de las cosas y las repúblicas y monarquías imaginarias que nunca han existido, para lo cual era necesario definir una nueva concepción de la naturaleza humana.

A partir de esta búsqueda de nuevas formas de comprender la naturaleza humana se consolidarían principalmente tres vías argumentativas que vendrían a llenar ese vacío religioso. En primer lugar, si para poder reprimir y domesticar las pasiones destructivas no alcanza con la filosofía moralizante ni con la religión, la coerción estatal aparecía como la alternativa más evidente. Esta es la propuesta de Hobbes, pero esta postura tenía una debilidad que era la dificultad para que el soberano no sucumba a las pasiones humanas.

Reflexiona Hirschman (1977)

¿Qué ocurre si el soberano no cumple su tarea adecuadamente por su exceso de tolerancia, de crueldad, o por alguna otra incapacidad? Una vez planteado este interrogante la perspectiva del establecimiento de un soberano o una autoridad debidamente represivos parece tan probable como la perspectiva de que los hombres refrenen sus pasiones gracias a las exhortaciones de filósofos moralizantes o eclesiásticos. (p 24) [5]

Una segunda solución para hacer frente a las pasiones humanas, era la de sacar provecho de estas pasiones a través de un contrato social que sirviera para transformarlas en algo constructivo. Los principales exponentes de esta idea de poner a trabajar las pasiones de los hombres en función del bienestar general  fueron Vico y Mandeville, quien a través de su conocida “fábula de las abejas” sostenía que los vicios privados podían ser puestos en favor de la prosperidad pública, ya que pasiones tales como la avaricia y la codicia podían ser transformadas por un político diestro en virtudes públicas. Esta idea del control de las pasiones fue posteriormente continuada por Smith en la riqueza de las naciones, quien pudo ““dar un paso gigantesco hacia la conversión de la proposición en algo aceptable y convincente: suavizó la paradoja escandalizante de Mandeville, empleando en lugar de pasión y vicio, términos moderados tales como ventaja o interés”” [6]

Finalmente la tercera línea argumentativa de relevancia sería la de la compensación de las pasiones, con Spinoza, Hume y Bacon como principales exponentes. Tanto la solución represiva como la solución del control no resultaban compatibles con el clima intelectual de la época, ya sea por depender del supuesto de que el soberano no incurriría en las pasiones humanas destructivas, como se daba en el caso de la primera, o por el carácter alquímico transmutador de la segunda. La idea de fondo fundamental de esta postura, si bien existían algunas diferencias de enfoque entre sus principales exponentes, era la de que sólo puede lucharse contra las pasiones a través de las propias pasiones. Mientras que por un lado Spinoza no tenía entre sus principales preocupaciones la aplicación de  esta idea al plano de la acción política, Hume si tenía este objetivo, al cual refleja en su libro “El tratado de la evolución humana”, en el que al hacer referencia a la avidez por la adquisición de bienes y posesiones, la considera ““una pasión potencialmente tan destructiva y a la vez tan singularmente poderosa que la única manera de controlarla consiste en oponerla a sí misma””[7]

Esta idea de alcanzar el progreso social mediante la compensación de una pasión a través de otra, se extendió con relativa facilidad por el campo intelectual europeo durante el siglo XVIII, llegando incluso a traspasar fronteras y captar el interés de los fundadores de Estados Unidos. Además pasó rápidamente de considerar problemas propios de la conducta individual, a tratar asuntos relacionados con la teoría política y con el estado. Un ejemplo al respecto es el destacado papel que tuvo, como herramienta intelectual fundamental en la elaboración de la constitución de los Estados Unidos, donde sirvió como base teórica para justificar cuestiones tales como la reelección del presidente, además de sentar los cimientos intelectuales del principio de  la división de poderes, el cual se argumentaba mediante la  afirmación de que “la ambición debe ser contrarrestada  con la ambición”.

Una vez consolidada la aceptación del principio de las pasiones compensatorias, un asunto que quedaba por ser resuelto era el de facilitar la operacionalización de este principio, para lo cual era elemental poder determinar con un carácter general y permanente cuales son aquellas pasiones que cumplen la función de domesticadoras y cuales son las pasiones salvajes que deben ser controladas. Logrando esta sistematización sería posible alcanzar un funcionamiento de la estrategia de la compensación, de forma que fuese continua en el tiempo.

Esto lo describe muy bien Hirschman (1977)

Tal formulación surgió en efecto y asumió la forma de una oposición de los intereses de los hombres a sus pasiones y de un contraste entre los efectos favorables que se obtienen cuando los hombres se guían por sus intereses y la situación desastrosa que prevalece cuando los hombres dan rienda suelta a sus pasiones.”[8] (p 39)

Si bien con el correr del tiempo y por diversos motivos el concepto de interés quedó ligado a su implicación más puramente económica, en un primer momento era usado con un significado mucho más amplio. Es probable que la asociación precedente que existía entre el término interés y el préstamo de dinero, sumada a un contexto histórico signado por un acelerado crecimiento económico sin precedentes, que posibilitaba el aumento de la fortuna para un número mucho mayor de personas, hayan determinado que el término quedara atado a las actividades de naturaleza económica de los individuos. Es por este rumbo que tomara definitivamente el término intereses, que la oposición entre los intereses y las pasiones pudo ser interpretada de una manera diferente, de forma que “”un conjunto de pasiones conocidas hasta ahora como codicia, avaricia, o amor por el lucro, podía utilizarse convenientemente para enfrentar y frenar a otras pasiones tales como la ambición, el ansia de poder, o el deseo sexual ““[9]

La avaricia era considerada desde los tiempos de la baja edad media como “la mas infame de todas las pasiones” y “el mas mortal de los pecados capitales”, pero una vez que el afán por hacer dinero tomó la forma de perseguir los intereses propios, “se reincorporó bajo este disfraz a la competencia con las demás pasiones, fue súbitamente aclamada e incluso se le asignó el papel de refrenar a aquellas otras pasiones que durante tanto tiempo se pensó eran mucho menos reprobables””[10].

Smith, en su teoría de los sentimientos morales presenta un sólido marco conceptual que sirve para justificar la postura de la compensación de las pasiones y despejar las dudas que pudieran surgir acerca de la persecución del interés propio como vía para alcanzar el bienestar social. Con la introducción del concepto de simpatía, aparece en escena un contrapeso de gran fuerza para las pasiones egoístas “propias de la naturaleza humana”. Del egoísmo visto como  la avaricia destructiva que perjudica a los demás, pasamos a un egoísmo diferente, basado en el afán por conseguir el bienestar personal y el de los demás, y balanceado en su potencia por un sentimiento altruista hacia los otros.

El libro de Smith justamente comienza con las siguientes palabras ““por más egoísta que quiera suponerse al hombre, evidentemente hay algunos elementos en su naturaleza que lo hacen interesarse en la suerte de los otros, de tal modo que la felicidad de estos le es necesaria, aunque de ello nada obtenga, a no ser el placer de presenciarla””[11]

La simpatía hace referencia al hecho de que simpatizamos con el dolor y con el placer ajenos, no por una cuestión de comunión con los afectos del otro, sino porque nos identificamos con la situación en la que el otro se encuentra y juzgamos sus sentimientos según nuestra forma de actuar. De esta forma la simpatía no tendría su origen en la percepción de los sentimientos ajenos sino en la percepción de una situación, y en la consideración de nuestro comportamiento en esas circunstancias, lo cual implica una mezcla entre altruismo y egoísmo, ya que esta simpatía depende de la aprobación de los sentimientos ajenos según la medida de nuestros propios sentimientos.

En palabras de Adam Smith (1759)

Cuando acontece que las pasiones de la persona a quien principalmente conciernen, se encentran en armonía perfecta con las emociones de simpatía del espectador,  por necesidad le parecerán  a éste justas y decorosas, y adecuadas a sus objetos, y, por lo contrario, cuando poniéndose en el caso descubre que no coinciden  con sus personales sentimientos, necesariamente habrán de parecerle justas e impropias, e inadecuadas a los motivos que las mueven (p 46)[12]

De esta manera parece lograrse una combinación perfecta entre el egoísmo del hombre y la convivencia y los beneficios sociales, ya que a través del sentimiento de simpatía, los sentimientos morales  pasarían a estar en cierto modo modelados y moderados por la sociedad, actuando cada individuo según su propio interés.

De esta forma las acciones de los individuos pasaron a ser explicadas en buena parte por el interés propio. Concebir al interés como el motor de las acciones humanas arrojaba cierta esperanza, ya que se aparecía como un mecanismo que no dependía de las dos motivaciones humanas que habían ocupado el análisis hasta el momento, la razón, a la que se veía como ineficaz y las pasiones que eran consideradas destructivas. ““Se veía al interés participando de la mejor naturaleza de cada una de aquellas categorías, como la pasión del amor a sí mismo elevada y contenida por la razón, y como la razón dotada de dirección y fuerza por esa pasión””. [13]

La comodidad de concebir al interés como la motivación dominante de las conductas humanas no se debía solamente a que ofrecía un escape a esta dicotomía entre las pasiones y la razón, sino que presentaba otras ventajas. En este sentido como menciona Hirschman, la ventaja más general era la “posibilidad de previsión”.

La idea de que los hombres se guían invariablemente por sus intereses pudo lograr entonces una amplia aceptación y cualquier descontento que la idea causara, quedaba compensado por el pensamiento de que el mundo podía volverse un lugar más previsible. La convicción era la de que si un hombre se comporta de acuerdo a la persecución de sus intereses entonces le irá bien y no solo a él, sino que otros individuos también se benefician cuando el patrón de comportamiento es el de perseguir el interés propio, ya que el curso de acción de las decisiones se vuelve ““transparente y previsible, casi tanto como si fuésemos una persona totalmente virtuosa””[14]. En este sentido podemos apreciar el paralelismo que existe entre este juicio y el concepto de simpatía presentado por Smith, ya que mediante ésta, el individuo toma posición respecto al comportamiento de los demás y espera que  ellos hagan lo mismo. De esta forma el interés individual termina conduciendo hacia una suerte de homogenización de las conductas, tomando la forma de interés general. Esto se fundamenta en la necesidad que siente el hombre de recibir la aceptación de los demás por sus actos y en el regocijo que le provoca que los otros hagan suyas sus propias pasiones, o la aflicción que le provoca que suceda lo contrario. Así se construye un orden social mucho mas estable y previsible, en el cual el interés individual contribuye a garantizar la convivencia y a incrementar el bienestar general.

De este modo se presenta la posibilidad de obtener ganancias mutuas mediante la persecución del interés propio en las decisiones políticas. Si bien esta idea parecía no ser compatible con las características de la política exterior, donde se suponía que las naciones tenían intereses contrapuestos y competían por los mercados, a la hora de vislumbrar las cuestiones pertinentes a la política interna, la posibilidad de previsión de la conducta humana mediante el interés, aparecía como claramente beneficiosa.

Por lo tanto la oportunidad de prever el comportamiento era muy valorada, ya que justamente la inconstancia y la volatilidad eran vistas como los impedimentos fundamentales para el establecimiento de un orden social  viable. De hecho uno de los rasgos que se consideraba como más objetable y peligroso del comportamiento impulsado por las pasiones era su carácter fluctuante e imprevisible. En la búsqueda de sus intereses se supone que los hombres son firmes, constantes y metódicos, al contrario del comportamiento de aquellos hombres que actúan cegados por sus pasiones. Por lo tanto que mejor manera de contrarrestar estas pasiones, que justamente con la constancia de su interés propio

Matias Prieto

REFERENCIAS

[1] Sen Amartya.(1976), Elección colectiva y bienestar social, Alianza Editorial, p 202

[2]  Matemático, estadístico y economista rumano (1906-1994), conocido por su obra de 1971 La ley de la entropía y el proceso económico, en la cual establece la visión de que la segunda ley de la termodinámica gobierna los procesos económicos, es decir, que la «energía libre» utilizable tiende a dispersarse o a perderse en forma de «energía restringida». Su libro se considera la obra fundacional en el campo de la termoeconomía

[3]  Carpintero Oscar.(2006) La bioeconomía de Nicholas Georgescu-Roegen, Montesinos, Barcelona

[4] Hirschman Albert. (1977), Las pasiones y los intereses, Fondo de cultura económica, México, p 23

[5] Hirschman Albert. (1977), Las pasiones y los intereses, Fondo de cultura económica, México, p 24

[6] Hirschman Albert. (1977), Las pasiones y los intereses, Fondo de cultura económica, México, p 26

[7] Hirschman Albert. (1977), Las pasiones y los intereses, Fondo de cultura económica, México, p 32

[8]Hirschman Albert. (1977), Las pasiones y los intereses, Fondo de cultura económica, México, p 39

[9]Hirschman Albert. (1977), Las pasiones y los intereses, Fondo de cultura económica, México, p 47

[10] Hirschman Albert. (1977), Las pasiones y los intereses, Fondo de cultura económica, México, p 48

[11] Smith, Adam.(1979), Teoría de los sentimientos morales, Fondo de cultura económica, México, p 31

[12] Smith, Adam.(1979), Teoría de los sentimientos morales, Fondo de cultura económica, México, p 46

[13] Hirschman Albert. (1977), Las pasiones y los intereses, Fondo de cultura económica, México, p 50

[14] Hirschman Albert.(1977), Las pasiones y los intereses, Fondo de cultura económica, México, p 57

Algunos apuntes sobre Desarrollo, ecología y Socialismo.

En este texto se busca reflexionar sobre algunos de los vínculos históricos entre Desarrollo, ecología y Socialismo. Describimos brevemente el paradigma de conceptualización del Desarrollo en el siglo pasado y cómo esta conceptualización fue la base de la discusión teórica sobre los diferentes sistemas socioeconómicos. En segundo lugar se plantean algunas cuestiones centrales que desde la ecología hacen a los límites y oportunidades biofísicas de algún desarrollo en el planeta, y ante esta situación algunos apuntes sobre qué principios podrían ser actualizadores de las corrientes de pensamiento y los movimientos que aspiran a la liberación y a la igualdad social.

Hijo de la Modernidad, el concepto de desarrollo comienza a verse reflejado en las ideas de varios de los pensadores de la Ilustración europea del siglo XVIII y más aún en la obra de los economistas clásicos. En el siglo XIX y en el contexto de la revolución industrial, con el avance del positivismo, la ciencia y la racionalidad instrumental vinculada al sistema tecnológico, la idea del progreso dominó las visiones respecto a la dinámica del Desarrollo de las sociedades humanas. Estas ideas redundaron en una aspiración colectiva de mejoramiento de las condiciones de vida a través de la modificación de las relaciones humanas con respecto al ambiente a nivel mundial, siendo el progreso de la ciencia y la técnica el motor de cambio de estas relaciones y de la creciente dominación de la naturaleza.

 Luego de la segunda guerra mundial el Desarrollo y principalmente la “economía del desarrollo” se volvieron corrientes en el ámbito político-económico y científico-académico a nivel global. El Desarrollo y la economía del desarrollo quedaron sustentadas en los axiomas de teorías neoclásicas de la economía, y se presentaron como respuestas prácticas frente a desafíos tales como la pobreza y la distribución de la riqueza. Por un lado se distinguieron los países desarrollados y por el otro los países subdesarrollados. Ejemplo claro de estas ideas es el discurso de Truman en 1949 en el que establecía la necesidad de iniciar un “programa nuevo y audaz para lograr que los beneficios de nuestros avances científicos y el progreso industrial estén disponibles para la mejora y el crecimiento de las regiones subdesarrolladas”.

En el ámbito académico las formulaciones teóricas acerca del Desarrollo resultaron casi indistinguibles de las del crecimiento económico, ambos términos aparecían intercambiados en más de una oportunidad. De esta forma el Desarrollo fue quedando atado al precepto de crecimiento económico y a este quedaron subordinados a su vez los temas del bienestar, la desigualdad y la pobreza. Las teorías hegemónicas acerca del crecimiento económico, entendían que la manera de alcanzar el Desarrollo era principalmente a través de la acumulación de capital físico. Se sostenía que un aumento del Producto Bruto Interno per cápita reduciría la pobreza e incrementaría el bienestar de la población, sobre todo mediante un mayor consumo.

De esta manera se consolida desde mediados del siglo XX un concepto de Desarrollo que es percibido como un proceso de evolución lineal esencialmente económico, en el cual a través de la explotación de recursos naturales y siguiendo principios de eficiencia y de rentabilidad económica, los países considerados como subdesarrollados podrían alcanzar el estilo de vida de los países desarrollados.

Frente a la primacía de las teorías neoclásicas de crecimiento económico y al paradigma del Desarrollo surgieron corrientes críticas que buscaron comprender la unión de los problemas sociales y ecológicos que implicaba el desarrollo del capitalismo y un crecimiento económico ilimitado en un planeta limitado. Entre estas corrientes surgen la ecología política, la economía ecológica y la ecología social. La crítica ecologista al concepto económico y al paradigma del Desarrollo agrega, a las que ya les pugnaban otra teorías críticas, que el productivismo que deriva de las estrategias de crecimiento e intercambio económico y el aumento exponencial del uso de materiales y energía por persona tienen un efecto negativo directo sobre las condiciones de bienestar social y ecológicas del planeta.

 La crítica ecologista también indicó cómo la ciencia positivista desencadenó una nueva manera de relacionarse con la naturaleza, tan necesaria como los avances tecnológicos para que la actual forma de explotación de los bienes naturales fuera posible. La revolución industrial trasladó definitivamente el centro económico, político y cultural de las sociedades del campo a la ciudad. La naturaleza pasó a ser considerada como un objeto inerte, pasible de ser diseccionado, conocido y dominado y lucrar con él tal cual como con una máquina bajo control humano. El industrialismo segmentó en compartimentos estancos las diversas etapas de la producción, y con ello fue generando una cosmovisión del hombre como un ser por fuera y por encima de la naturaleza, como su amo absoluto e irresponsable, disociado y diferente de ella, y la creencia de efectivamente haberla sometido a sus designios. De la mano vino la arrogancia moderna, producto del asombroso dominio tecnológico que pareció desplegarse frente al ambiente, dominio material e intelectual. En una palabra, el industrialismo produjo una alienación nunca antes conocida, entre el trabajador y el producto de su trabajo, sí, pero fundamentalmente entre el ser humano y el resto del universo.

Los efectos socio-ambientales del productivismo son intrínsecamente insostenibles, no se puede crecer infinitamente en un planeta finito. Esta sentencia tuvo su principal respaldo científico en 1972 en la publicación del informe llamado Los límites del Crecimiento (Meadows et al, 1972) que analizó la evolución de las tendencias globales de la población mundial, la industrialización, la producción de alimentos y la explotación de los recursos naturales. El informe cuestionaba directamente la idea del Desarrollo logrado a través del crecimiento perpetuo, ya que eso sería incompatible tanto con la finitud de los recursos, como con la capacidad de carga del planeta. Al modelar las tendencias se encontró que se alcanzarían los límites del crecimiento en el curso de los próximos cien años y el resultado más probable sería un descenso tanto de la población como de la capacidad industrial.

En aquellos años, el impacto de esas conclusiones fue enorme en algunos ámbitos, y distintos economistas, científicos y políticos de variadas corrientes ideológicas criticaron el análisis, tanto por sus conclusiones como por su metodología. Desde filas de la izquierda, especialmente desde la izquierda latinoamericana, se tildó al informe de ser neomalthusiano, de negar el papel de la ciencia para generar alternativas a los impactos ambientales causados, o de ser una simple manifestación de desarrollismo burgués o imperialista. Para varios intelectuales de izquierda se atacaban aspectos que ellos consideraban positivos, como la modernización, el aprovechamiento de las riquezas naturales latinoamericanas, la producción industrial, y también la idea misma del crecimiento de las economías.

En este sentido se coordinó una respuesta desde la Fundación Bariloche que se presentó en 1975 como un modelo alternativo, titulado: “¿Catástrofe o Nueva Sociedad? Modelo Mundial Latinoamericano”. La propuesta de Bariloche se centraba principalmente en que el problema no eran los límites físicos y ecológicos al crecimiento sino que eran cuestiones sociopolíticas, las que provocaban una distribución desigual de poder tanto entre los países como al interior de ellos. El modelo planteaba como solución una sociedad socialista, basada en la igualdad y la plena participación en las decisiones sociales donde se regularía el consumo material. Esta propuesta significó sin dudas un avance importante, pero no logró captar en su totalidad la crítica ecosocial y defendió un socialismo basado en el crecimiento económico y en el progreso de las fuerzas productivas capitalistas-modernas, solamente con diferencias en cuanto a las formas de tenencia de propiedad de los medios de producción, como si por el mero hecho de socializarlas (sí necesario) bastara para que se beneficien ilimitadamente los trabajadores, y dejando totalmente de costado la crítica sobre el carácter productivista y la insostenibilidad del crecimiento en el mediano y largo plazo.

En el correr de estas décadas el crecimiento de las economías ha sido posible por la creciente población de trabajadores en condiciones de explotación y la creciente extracción, uso y desecho de vidas y materiales de la corteza terrestre y de la biosfera. Como consecuencia, más allá de las recurrentes crisis localizadas y necesarias para el funcionamiento del capitalismo, la humanidad se encuentra en un contexto de crisis y factores de crisis multidimensionales e interrelacionados de los que para este siglo sí se esperan y confirman casi inevitablemente algunas de las consecuencias estimadas en Los límites del crecimiento.

“Esta obra pionera fue revisada, mejorada y actualizada en dos ocasiones: 1992 y 2004.  […] En 2012 se publicó otro informe al Club de Roma que ha pasado asombrosamente inadvertido: 2052 de Jorgen Randers. […] Su pronóstico se parece sobre todo al escenario dos de Los límites del crecimiento: crisis de contaminación, con el dióxido de carbono como el principal contaminante persistente a largo plazo. Randers no prevé una suerte de apocalipsis global, sino más bien una lamentable cuesta abajo donde crecen colapsos parciales, graves conflictos y bolsas de miseria mientras que el BAU (business as usual) trata de seguir su huida hacia delante. Los recursos de todo tipo van agotándose, y hay que invertir cada vez más simplemente para mantener el funcionamiento habitual de sistemas cada vez más disfuncionales. Eso sí, las cosas se pondrían mucho peores en la segunda mitad del siglo XXI” (Riechmann, 2016: 26).

En la actualidad esta crisis desestabiliza y amenaza las bases materiales-ecológicas y socioculturales de la vida de la especie en el planeta y sobre todo del Desarrollo de los dos últimos. Escenarios futuros reconocidos a nivel mundial y que tocan a las generaciones de menos de 30 años plantean certezas sobre notorios cambios ambientales que influirán negativamente en la vida humana, generando incertidumbres sobre las posibilidades de habitabilidad de muchos territorios del planeta (Jamair, 2013). Estos cambios serán generados por dinámicas que hoy en día ya se están sufriendo y se agravarán, y de las que es muy difícil escapar sin cambios radicales a nivel mundial y regionales en la cadena de Recursos – Producción – Distribución – Consumo – Residuos. Las principales dinámicas que amenazan las bases económicas mundiales son el cambio climático, la sexta extinción masiva de especies, el traspaso de ciertos umbrales de suma importancia para el funcionamiento de los ecosistemas del planeta (Rockstrom et al, 2009) y la escasez creciente y el despilfarro de recursos (cénits) y sumideros (Tanuro, 2015). A la actual era geológica se le ha llamado Antropoceno así como también Capitaloceno (Thornett,  2016). Estas dinámicas de escala global, bien que existen ámbitos de regulación global y regional que no dejaran de ser necesarios y habrá que adaptarlos, sólo pueden ser atendidas en el presente y en el actuar local, es decir por la gente en el territorio (González-Maya et al., 2012).

 Sin embargo aún siendo conocidas estas consecuencias se actúa como si no existiesen, y  se continúa dando por hecho que para desarrollarse, los países “subdesarrollados” deberían conseguir/crear mayores sumas de valor agregado e insertarse en diferentes mercados internacionales, alcanzando una mayor eficiencia y mejor competitividad internacional, mediante un uso “intensivo, eficiente y sustentable” de sus recursos naturales. Como ya sostuvo el economista brasileño Celso Furtado (1971) en la década del 70, el desarrollo económico, entendido como la idea de que “los pueblos pobres podrán algún día disfrutar de las formas de vida de los actuales pueblos ricos” es “simplemente irrealizable y esa idea fue utilizada para movilizar a los pueblos de la periferia y llevarlos a aceptar enormes sacrificios, para legitimar la destrucción de formas de cultura arcaicas, para explicar y hacer comprender la necesidad de destruir el medio físico, y para justificar formas de dependencia que refuerzan el carácter predatorio del sistema productivo”.

Y volviendo sobre la voluntad de crecimiento de las economías, el sinsentido que esta lógica desencadena en los “países desarrollados” se puede ver en la «paradoja de Easterlin», la cual muestra que a partir de un nivel de renta per cápita (en torno a los 15.000 dólares) se observa una desconexión entre incremento de los ingresos y el bienestar o felicidad subjetiva, y la renta per cápita continúa en aumento mientras que felicidad subjetiva disminuye (Inglehart y Klingeman, 2000). El bienestar depende fuertemente de dimensiones que no son monetarizables o negociables mercantilmente y a su vez el afán por incrementar los ingresos y aumentar el consumo perjudican seriamente las relaciones sociales de amistad y familiares y reducen el tiempo de disfrute de los individuos (Riechmann y Carpintero, 2013).

Por otra parte, si hace falta discernir al interior del PIB, es de esperar que sectores relacionados con el recentramiento de las actividades económicas en el territorio, la agricultura ecológica, la producción industrial limpia, las energías renovables, la reutilización y el reciclaje, los consumos colectivos, la restauración y conservación ecosistémica, la adaptación al cambio climático, etc., habrán de crecer. Cuál sea finalmente el saldo de esta operación en términos de PIB no tiene demasiada importancia ya que dependerá de la valoración monetaria que se otorgue a cada una de estas actividades, y el reflejo monetario, a su vez, será función de la distribución de la renta y el poder, del marco institucional, o de los incentivos y las penalizaciones correspondientes (Recio 2007).

Frente al escenario actual, es necesario que las izquierdas reconozcan y analicen el traspaso de los límites sociotécnicos y biofísicos para poder hacer frente a esta crisis civilizatoria y formular estrategias alternativas. En este sentido la ecología, que existe como una limitación clara a la actividad humana, también existe como herramienta para el estudio crítico y transformación del metabolismo socioeconómico de las sociedades, a través de disciplinas como la ecología política, la economía ecológica, la ecología industrial, la agroecología y otras. Sin embargo, para esto debemos detenernos en algunas cuestiones teóricas que hacen a la relación entre el ecologismo y la izquierda.

Abandonando el productivismo y en cambio adoptando la autosuficiencia como el corazón del ecologismo ¿cómo lo ubicamos en relación a la izquierda? ¿Es el ecologismo en sí una ideología de izquierda? ¿Cuál es la relación de la izquierda con el productivismo? Una definición aceptable que incluya todos los movimientos identificados históricamente como izquierdistas sería la de una postura económica y ética, que tiene como metas grados más o menos avanzados de colectivismo económico y justicia social. A la conjunción de estas metas la podemos llamar, laxamente, “socialismo”. A la inversa, el capitalismo se identifica con las posiciones de derecha y, fundamentalmente, con la libertad individual del poder económico. Ahora bien, las izquierdas tradicionales y los diferentes socialismos que se han desplegado a lo largo de dos siglos, han sido anticapitalistas (cuando no capitalismos de estado) pero no antiproductivistas. El capitalismo y socialismo se han basado ambos en el productivismo industrialista. Así, las izquierdas han puesto en cuestión a quién debe beneficiar el desarrollo o crecimiento económico y cómo, pero nunca han puesto en cuestión al propio crecimiento de la extracción y uso de materiales y energía, quedando incapacitada para percibir sus contradicciones y, en última instancia, su imposibilidad en el mediano y largo plazo.

Por otra parte, es claro que el ecologismo es anticapitalista, pero desplaza el foco de atención de la contradicción entre capital y trabajo a la de capital y naturaleza, proponiendo  la vía de un vinculo trabajo-naturaleza superador de contradicciones. El acercamiento entre la izquierda y el ecologismo, por su parte, sólo puede suceder si la izquierda tradicional acepta la impugnación ecologista del crecimiento y el Desarrollo, transformándose en consecuencia y conservando su preocupación por la justicia social. Aquí es donde debemos ubicar al ecosocialismo como propuesta de futuro. Aunque sin dudas posee más puntos en común y posibilidades de acción conjunta con la izquierda, esto no obsta que existan tendencias que algunos críticos han calificado de ecofascismo.

Actualmente desde las corrientes ecosocialistas, se retoman ideas libertarias procedentes de lazos que unen a las corrientes anarquistas, socialistas, comunistas, feministas, ecologistas, indigenistas y religiosas. Sus aportes se nuclean alrededor de principios éticos, teóricos y prácticos guiados por la libertad, el bienestar y la sustentabilidad de las relaciones socio-ecológicas.

 El sistema tecnológico y la ética de la libertad

 En primer lugar, es clave reformular la aspiración a la libertad en torno a un doble eje de pluralidad e igualitarismo y en contra de totalitarismos y jerarquías, que nuclea a diversas experiencias, autores y propuestas, aquí entrelazamos a Bookchin (1982), De Sousa Santos (2009) y Menéndez-Carrión (2015). Se plantea un principio ideológico que da por sentado que la espontaneidad y la proliferación de alternativas no son ofrecidas conjuntamente bajo el paraguas de una única alternativa global, y sí por fuera de aparatos estatales o político-partidarios representativos.

 Por otra parte y de manera relacionada al traspaso de los límites dado dentro del sistema tecnológico-productivo imperante, Ivan Illich (1978, p 1) sostiene que “existen características técnicas en los medios de producción que hacen imposible su control en un proceso político”. En este sentido el sistema tecnológico capitalista transgrede lo que el autor llamó umbrales de la crítica, estableciendo entonces un monopolio radical, término identificado por el autor como el estado en que “la herramienta programada despoja al individuo de su posibilidad de hacer” (Illich, 1978, p 39). Un monopolio radical supone el control de las prácticas por parte de técnicos y profesionales, quienes concentran el poder sobre cuestiones específicas. Podemos poner numerosos ejemplos, siendo los más destacados, los procesos de medicalización y de escolarización, la complejización de un sistema tecnológico que se autonomiza y el sistema productivo asociado.

 El Ecosocialismo está ligado a una ética de la libertad, que pugna por la autonomización de los individuos y las comunidades, esa autonomización debe tener un elemento de crítica constante y revelación acerca de pretensión de trascendencia de los seres humanos a través de los elementos de mediación, es decir de la tecnología.

 Un excelente análisis al respecto es brindado por el sociólogo francés Jacques Ellul quien identifica la independencia del fenómeno tecnológico en la modernidad, que constituye por sí mismo un sistema determinante de las relaciones humanas, la tecnología se reproduce a sí misma y produce un ambiente de mediación intrínseco en el que los humanos se ven inscriptos. De esta forma las relaciones humanas se ven tecnificadas y las aspiraciones sociales se orientan dentro de este marco de progresión y autonomización de las relaciones de mediación. Podemos decir que no es solo el esquema productivo el que está sometido a la primacía de la racionalidad acrítica relacionada al fenómeno tecnológico (Ellul, 1980), sino también las necesidades humanas, solventadas a través de una dialéctica de producción y consumo (Baudrillard, 2007). El bienestar dentro de este nuevo medio humano mediado por el sistema tecnológico se conceptualiza a través de la satisfacción de un nivel de consumo para el que no hay suficiencia, siempre está en crecimiento. Este proceso de autonomización de los elementos de mediación y la conformación de un verdadero sistema tecnológico representa una amenaza genuina a la autonomía de los individuos y las comunidades. Ivan Illich sostiene que “la política real es posible solo para los pobres” (Dauber, Freire et al. 2013. p 67) en el sentido de que solo quienes mantienen cierto grado de autonomía frente a los elementos de mediación establecidos dentro del sistema tecnológico, podrán actuar de manera liberadora y tomar el control sobre su propio bienestar.

 Estos últimos apuntes nos llevan al campo de la gestión del bienestar dentro del paradigma ecosocialista, se acercan algunas propuestas que aspiran a ser ilustrativas del punto.

El bienestar y la sustentabilidad de las relaciones socio-ecológicas

Siguiendo ahora a Riechmann y Carpintero (2013) quienes toman la noción de bienestar de Manfred Linz (2007. p.12) y comprenden al bienestar “Como un compuesto de tres elementos: riqueza en bienes, riqueza en tiempo y riqueza relacional». En este sentido aparte del crecimiento y el progreso tecnológico, la tercera estrategia clásica en la economía para lograr el bienestar social y la satisfacción de las necesidades siempre ha sido una mejor redistribución de los recursos disponibles. Los resultados históricos del desarrollo al día de hoy permiten revalorizar las posibilidades de aplicar estrategias redistributivas en muchas dimensiones y escalas del metabolismo socioeconómico, obligando a las clases más pudientes a reducir su presión y apropiación sobre la energía, los materiales y la generación de residuos (Honty, 2013) y de esta forma liberando recursos y espacio ambiental para lograr un “buen vivir”, una «vida buena» (Riechmann, 2011; Jackson, 2011) o un desarrollo a escala humana (Max-Neef, 1998), y esto es también cambios en la estructura de propiedad.

Continuando con Riechmann y Carpintero (2013), al nuevo modelo de Recursos – Producción – Distribución – Consumo – Residuos se aplican los principios de: renovabilidad en las fuentes energéticas; cierre de ciclos de materiales en los procesos productivos y diseño anti-obsolescencia; principio de precaución; y suficiencia, redistribución y autocontención con regulación democrática.

La suficiencia y autocontención no corresponde a una moderación individual del consumo, sino a un proyecto de sociedad vivir mejor con menos, encauzado por poderes públicos democráticos, diferentes a los de las democracias realmente existentes. Y esto, sin ponerse en contra de la mencionada ética de la libertad, “apunta a superar el déficit de regulación del capitalismo neoliberal/neoconservador mediante mecanismos de planificación democrática de la economía» (Riechmann 2010: 49). Con respecto a esto último hay muchos planteos interesantes que han surgido en la segunda mitad del siglo XX y continúan surgiendo alrededor de los socialismos de mercado, democracia económica y planificación democrática de la economía (Fernández Buey y Riechmann, 1996; Schweickart, 2006), sin dejar de prestar atención y dejando margen de acción a las configuraciones territoriales auto-organizadas.

En la actualidad, una alternativa de izquierda que incorpore verdaderamente los límites y las estrategias socioecológicas en sus principios tendría que tener entre sus bases la urgencia por readaptar las fuerzas productivas, producir, transportar y consumir menos y diferentes bienes económicos, además de crear las condiciones políticas y culturales para una responsabilización colectiva sobre lo que se produce y luego se consume.

E. S. Barrios, D. Estin Geymonat y G. Giordano

Referencias:

– Baudrillard, J. (2007). Crítica de la economía política del signo. Siglo XXI Editores. México.

– Bookchin M. (1982). The ecology of freedom, Cheshire Books, Palo Alto.

– Dauber, H. Freire, P. Huberman, M. Illich, I. (2013). La Educación: Una autocrítica. Editorial Tierra del Sur. Buenos Aires.

– De Sousa Santos, B. (2009). Una epistemología del Sur. CLACSO. México.

– Ellul, J. (1980). The technological society. The Continuum Publication Corp. USA.

– Fernández Buey F. y J. Riechmann, (1996). Ni tribunos. Ideas y materiales para un programa ecosocialista. Madrid: Siglo XXI.

– Furtado C. (1971). Desarrollo y subdesarrollo. Eudeba. Buenos Aires.

– González-Maya José F, Luís R Víquez, Iván Cruz-Lizano & Amancay A Cepeda. (2012). Repensando la restauración ecológica en Latinoamérica: ¿Hacia dónde queremos ir?. En: Revista Latinoamericana de Conservación.

– Honty, G. (2013). “Energía en las transiciones” en Ecuador ¿estamos en transición hacia un país postpetróleo? María Amparo Albán, Tadeu Breda, Miguel Castro, Marco Chíu, Karen Hildahl, Gerardo Honty, Carlos Larrea. CEDA, Centro Ecuatoriano de Derecho Ambiental.

– Illich, I. (1978) La Convivencialidad. Ocotepec, Morelos. Disponible en: http://www.ivanillich.org.mx/convivencial.pdf

– Inglehat, R., & H.D. Klingemann (2000). Genes, culture, Democracy and Happiness. In E. Diener & E. Suh, (Eds.) Subjective well-being across cultures (pp. 165-183). Cambridge: MIT Press.

– Jackson, T. (2011): Prosperidad sin crecimiento. Barcelona: Icaria.

– Jamair,D. (2013). Cambio climático: últimas noticias sobre el fin del mundo. Disponible: http://mientrastanto.org/boletin-121/de-otras-fuentes/cambio-climatico-ultimas-noticias-sobre-el-fin-del-mundo

– Linz, M., J. Riechmann, J. Sempere, (2007): Vivir (bien) con menos. Barcelona: Icaria.

– Max-Neef, M.A. (1998). Desarrollo a Escala Humana. Icaria. Barcelona.

-Meadows,D.  et al (1972). Limits to Growth. Disponible en: http://collections.dartmouth.edu/published-derivatives/meadows/pdf/meadows_ltg-001.pdf

– Menéndez-Carrión, A. (2015). Memorias de ciudadanía. Los avatares de una polis golpeada. La experiencia uruguaya. Editorial Fin de Siglo. Montevideo.

– Recio, A. (2007). Ecología y trabajo. La relación entre el actual sistema laboral y la perpetuación de un modelo económico ecológicamente insostenible

– Riechmann, J. (2010). En el mundo de las muchas crisis. Cuadernos de Sostenibilidad y Patrimonio Natural, 19/2010, Fundación Banco Santander, Madrid.

– Riechmann, J. (2016). El no actuar en aquellos días. Apuntes sobre la crisis ecosocial. Foro Transiciones.

– Riechmann, J. y Carpintero O. (2013). Pensar la transición: estrategias y enseñanzas económicas-ecológicas en: Revista de Economía Crítica, nº16, segundo semestre 2013.

– Schweickhart, D. (2006): «Democracia económica: propuesta para un socialismo eficaz», en: AAVV. Derecho a decidir. Propuestas para el socialismo del siglo XXI. Barcelona: El Viejo Topo., pp. 39-92.

– Tanuro, D. (2015). Cambio climático y alternativa ecosocialista: un análisis marxista de la crisis ecológica global. Editorial Sylone 4 Ibera, S.L.; 1ª ed.

– Thornett, A (2016). Un paso de gigante hacia el antropoceno. Disponible en: http://www.vientosur.info/spip.php?article11798

La Amsterdam y el Estado de Naturaleza

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En los últimos días hemos presenciado una serie de violentos episodios desarrollados en el ámbito deportivo, más precisamente, en la tribuna Amsterdam, en donde un hincha de Peñarol fue baleado en el baño de la tribuna por motivos difusos y aún sin resolver. A modo meramente especulativo, pretendiendo a la vez ensayar un ejercicio reflexivo, propongo relacionar esta serie de conflictos con algunos conceptos provenientes de la teoría política.

Si bien la tribuna de un espectáculo deportivo no es más que un micro espacio-tiempo dentro del entramado social, donde los conflictos presentes en la sociedad son parcialmente trasladados a este terreno,  las lógicas de poder que imperan en pos de dominar dicho territorio a propósito, rico a la hora de obtener recursos ya sean económicos como la venta de drogas, merchandising, etc. o simplemente el afán  mismo de poder,  provocan que ciertos grupos de personas se disputen el control de este espacio. Si aceptamos por un momento que en este contexto, el hombre es “el lobo de sí mismo” siguiendo el postulado Hobbesiano y aceptamos también, que en la tribuna de Peñarol  ninguno de los distintos grupos o “barras”  en disputa tiene hoy, la capacidad de imponerse por sobre los otros, me siento en condiciones de afirmar  que estamos ante la presencia de un estado de guerra o de Naturaleza. Cabe recalcar que en la tribuna se produce una suerte de convivencia paralela entre las supuestas barras y las personas que simplemente pretenden disfrutar de un espectáculo deportivo. Esto provoca la existencia de dos escenarios paralelos, con distintos objetivos y por consiguiente, distintos comportamientos. Mientras que los primeros conciben a la tribuna como un espacio provisorio en donde asisten por cuestiones ociosas o afectivas hacia el deporte y su club es decir, “un medio para”, los segundos lo entienden como un terreno del cual se pueden extraer distintos beneficios anteriormente mencionados por lo que este espacio se vuelve un fin en sí mismo. Esto provoca entonces, distintas maneras de relacionarse con el entorno.

Es entre las barras que se produce este Estado de Guerra constante por el dominio del espacio e insolentemente, me animo a decir que los posibles escenarios a futuro asumiendo que pese a que las “fuerzas del orden” externas puedan imponer cualquier tipo de medida paliativa, desde vaciar la tribuna a sancionar económicamente al club,  persistirán sin embargo las lógicas operantes, son 1) que alguno de los sectores logre imponerse parcialmente sobre los otros, lo cual generaría un estado de paz parcial o provisoria  2) que se establezcan un conjunto de reglas en común que regulen el accionar de los distintos grupos aceptando mutuamente, la existencia y convivencia entre estos o 3) que se establezca como sucedió con su tradicional rival el Club Nacional de Fútbol, un cuerpo político que sea capaz de articular el monopolio de la fuerza y un conjunto de reglas que se extiendan en el tiempo generando así, estabilidad y en efecto, un Estado  llámese también, “La Banda Del Parque”. Es curioso observar cómo paralelamente a la existencia de un macro entramado de reglas y disposiciones dígase nuestro país, se puede observar  la existencia de espacios en disputa en donde existen reglas diferentes o directamente no las hay.  La presencia de la policía en un Estadio, quien por definición, detenta el poder coactivo del Estado generalmente es reducida a una mera espectadora o incluso cómplice, de los distintos conflictos presentes. Esto me lleva a concluir que pese a la actitud totalizante que pueda tener cualquier macro cuerpo político, se torna difícil suprimir al poder y a su multiplicidad de manifestaciones ya sea en una tribuna de Fútbol, en un barrio, en la cárcel o en muchos otros ejemplos posibles.

Donde hay seres humanos relacionándose, hay poder, por lo que su carácter dinámico deviene en la imposibilidad de salir del Estado Naturaleza que se está creando y destruyendo constantemente, aunque por nuestra salud quizá  convenga convencernos de lo contrario.

Rodrigo Solaro.

El viejo continente frente a la inmigración: el estudio de la xenofobia, ultra nacionalismo y populismo de derecha*

*Este artículo fue publicado en el Informe de Coyuntura Internacional nº 17 (agosto  2016), el cual es un proyecto de la comisión sectorial de investigación cientifica llevado adelante por el Programa de Estudios Internacionales (Unidad Multidisciplinaria – FCS).

Kail Márquez García (estudiante avanzado de la lic en Desarrollo – FCS. kamargarcia@gmail.com)

La fortaleza de Europa: entre el statu quo y la desglobalización.

          Este artículo se propone como objetivo general explorar los procesos políticos que acontecen en el centro del sistema­-mundo que hacen frente a las múltiples crisis a las que se enfrenta nuestra civilización. Desde la puesta en marcha de la mundialización neoliberal, el fin de la guerra fría y los procesos de consolidación de la Unión Europea y la OTAN como organizaciones de alto impacto en la conservación del equilibrio hegemónico en las relaciones internacionales, hasta hoy, se han presentado algunos obstáculos como la emergencia de las nuevas potencias regionales (y globales) llamados BRICS, que plantean un nuevo orden multipolar. A lo anterior, se le suma la gran crisis económica de 2008, y en particular para la región en estudio, la crisis de los refugiados y el terrorismo en territorio europeo. Frente a la incapacidad de resolver los grandes retos del nuevo milenio por parte de las instituciones matrices del sistema, surgen las alternativas negativas que traen recuerdo del ultranacionalismo fascista posterior a la crisis de 1929. En este contexto y como objetivo específico se propone el estudio de lo que ocurre en la región central de Europa, con el ascenso de diversas corrientes políticas xenofóbicas, anti­inmigrantes y ultranacionalistas en el “viejo continente”.

          El proceso de construcción de la Unión Europea, desde el tratado de Maastricht (1993) hasta Lisboa (2007), ha tenido marchas y contramarchas, pero algunos acontecimientos de la coyuntura llevan a la necesidad de reflexionar acerca del bloque regional más avanzado en el mundo en cuanto a integración y desarrollo. En los últimos años, la aplicación de políticas económicas de la austeridad se ha impuesto incluso a plebiscitos como en Grecia. La descomposición de los Estados de Bienestar y la precariedad llevan a una sensación popular de descontento con la burocracia de la UE, lo que genera las condiciones para la emergencia socio­política de un sujeto que ha pasado de lo latente a lo manifiesto: fascismo. Otro componente son los procesos de desvinculación de la UE, tras la resolución afirmativa en el referéndum del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Este ha sido caracterizado como la caída de la primer ficha del dominó, y se anuncian nuevos actos de consulta a la ciudadanía en Francia (promovido por el Frente Nacional) y Holanda (promovido por el Partido por la Libertad, PVV), ambos países con elecciones nacionales en el primer semestre de 2017.

Los países del centro de Europa frente a la agenda de seguridad y derechos humanos

          Para avanzar en la descripción del nuevo escenario geopolítico regional con características emergentes de descomposición y pérdida de legitimidad de las instituciones de la UE, el recorte conceptual para el análisis puede tomar diferentes características. Centrarse sobre un conjunto de países por sus características geográficas, es decir ubicarse en la zona Centro del continente, tiene sus puntos a favor y en contra, pero forma parte de las elecciones que toma quien investiga la realidad. De todas formas, no hay consenso total sobre que se entiende por los países centroeuropeos, dado que en algunas clasificaciones algunos países quedan fuera mientras que en otra quedan dentro, se elige en este artículo la clasificación de las Naciones Unidas. (ver anexo)

          En Hungría, tras años de gobiernos políticamente centristas y de coalición entre Liberales y Socialdemócratas, el partido populista­ conservador Fidesz ha mantenido el gobierno con mayorías absolutas (en coalición con la Unión Cívica Húngara) desde 2010, hasta ahora se ha ganado fama por políticas de fuerte rechazo a la inmigración y al asilo de refugiados por parte de la Unión Europea. El caso ha llegado al punto en que el próximo 2 de octubre se llevará a cabo un referéndum en que la ciudadanía húngara decidirá si participa o no de las cuotas de alojamiento de refugiados resuelta por la Unión Europea. Vale recordar que el gobierno de Fidesz ha levantado alambrados en su fronteras sur con Serbia y Croacia para evitar el ingreso en masa de inmigrantes ilegales. La campaña en contra de la acogida de inmigrantes (dirigida por Fidesz y el ultraderechista Jobbik ) se basa 2 en una construcción de sentido común sobre la población que establece una relación de 3 causa­efecto lineal entre inmigrantes y terrorismo , descontextualizada de las históricas 4 políticas neocoloniales de las potencias nor­occidentales y euro­atlánticas hacia las periferias y semiperiferias del mundo moderno. En el 2018 habrá elecciones legislativas en el país.

          En lo que concierne a Polonia, el año 2015 significó la victoria electoral del partido Ley (o Derecho) y Justicia, cuyos intereses son cercanos a la Iglesia Católica polaca. A un año de gobierno, se ha retrocedido en los derechos sexuales y reproductivos y la diversidad sexual, a su vez que la jerarquía clerical local ha discutido con el papado en su visita al país con respecto al matrimonio igualitario y la política de acogida de refugiados . Al mismo 5 tiempo se denuncia el debilitamiento de la independencia del Poder Judicial , y el 6 disciplinamiento cultural por parte del gobierno nacionalista ­ultracatólico con 7 manipulaciones sobre la memoria de hechos históricos, en particular la participación polaca en el holocausto y la segunda guerra mundial.

          Con respecto a Eslovaquia, el recientemente fundado (2012) Partido Popular Nuestra Eslovaquia (LSNS), anti­gitano y euroescéptico, ha ingresado al parlamento nacional en 2016 tras gobernar en una provincia y están proponiendo un referéndum para la salida de la UE. Mientras que en la república Chequia formaciones racistas han ingresado al parlamento en 2013 mediante la coalición Amanecer­ Nacional , al tiempo que el gobierno 8 de centro­izquierda levanta parte del discurso islamofóbico. 9

          El grupo de Visegrado se compone por Rep Checa, Eslovaquia, Hungría y Polonia y han rechazado el acuerdo propuesto por Francia y Alemania sobre la cuota de asilo de refugiados. Se conformó este grupo por países de ingreso tardío (2004) a la Unión 10 Europea, del centro del continente y algunos ex-­integrantes del pacto de Varsovia. En el nuevo contexto del siglo XXI, este grupo coopera en pos de posiciones comunes a la interna para defender en el bloque regional. Frente a la crisis de seguridad internacional y dada la guerra contra el terrorismo, proponen la militarización de las fronteras para un mayor control de la seguridad nacional. El jefe del gabinete del gobierno húngaro propone la “creación un ejército de la Unión Europea para reforzar las defensas en la frontera europea con Rusia y Turquía.” 11

Al oeste del centro la doble A: Alemania y Austria

          El 2016 ha sido para Austria, un año electoral en que se anuncia el fin del bipartidismo desde 1945 tras el desplome de la coalición Socialdemócrata­Demoliberal. La segunda ronda o ballotage, entre el candidato independiente­verde Van der Bellen ante el candidato del partido euroescéptico de extrema derecha Libertad para Austria (FPÖ) liderado por Höfer, ha sido anulada y las elecciones volverán a repetirse en diciembre, debido a errores en el conteo de los votos a distancia (por correo).

          Alemania ha sido reconocida en los últimos años por ejercer no sólo un rol de potencia económica en el bloque sino de liderazgo político, y aquí cabe resaltar la figura de la canciller democristiana Merkel. Este país, que ha cumplido su cuarto de siglo desde la reunificación, no ha tenido presencia de partidos ultraderechistas en el Bundestag (parlamento federal) desde la segunda guerra mundial. Hasta ahora este grupo ideológico/sociopolítico era ocupado en las calles por el PEGIDA (patriotas europeos contra la islamización de occidente) y en los parlamentos regionales por la Alternativa para Alemania (AfD), plataforma creada en 2013. No obstante, y con las elecciones federales de 2017 a la vuelta de la esquina, este nuevo partido ya ha logrado ingresar en 10 de los 16 parlamentos regionales buscará dar un salto reforzando su discurso caracterizando de 12 fracaso la política de “puertas abiertas” implementada por Merkel ­un millón desde el 2015 13.

          El tema no ha estado ausente en la agenda internacional por ejemplo en la asamblea general de la ONU de septiembre cuando Barak Obama, en su última presentación como presidente estadounidense, alertó acerca de como ciertos populismos funcionan como reacción cultural a la inmigración, como para defender la “pureza cultural”. 14 Para aquellos países que participan en bloques comerciales ­estrategia regionalistala incertidumbre en las instituciones de integración regional del bloque europeo deben ser seguidas y estudiadas atentamente debido a los efectos directos en cualquier negociación entre las partes. Por otro lado, el creciente descontento popular en Europa con la burocracia institucional es capitalizado por el populismo de derechas debido a la debilidad de las propuestas alternativas. Esta crítica se refiere a que el fracaso de los proyectos de integración regional pueden entenderse en parte por la ausencia de mecanismos de solidaridad y reciprocidad entre las naciones, es decir, una integración que supere los criterios que maneja la troika a la hora de renegociar los términos de la deuda pública de los países deudores del sur. (Grecia por ejemplo).

Notas

2 “Tal como Fidesz, Jobbik le ha pedido a los húngaros rechazar las cuotas de la UE. Su líder Vona ha dicho que si el PM Orban no consigue la participación mínima para validar el referendum debe renunciar.” http://www.dailysabah.com/europe/2016/09/19/hungarian­pm­steps­up­anti­migrant­campaign­ahead­of­oct­2­vote

3 Según el sociólogo Jozsef Böröcz “FIDESZ opera una maquinaria de propaganda muy poderosa, con tecnologías de convicción y dominio muy sofisticadas. FIDESZ ha conseguido tomar el control de casi todo los medios de comunicación de masas”. http://www.lamarea.com/2016/09/17/orban­proporciono­la­excusa­perfecta­a­muchos­politicos­europeos­para­desplazarse­aun ­mas­a­la­derecha/

4 Nota periodistica “Orbán relacionó a una «inmigración sin control» la «actual situación de seguridad y de terrorismo incontrolable» y consideró que la UE debería encarar en el cumbre los errores cometidos en los últimos tiempos.” http://www.teinteresa.es/politica/V4­ejercito­comunitario­refugiados­nacional_0_1651634977.html

5 “Las opiniones de Francisco sobre temas como el aborto o los homosexuales en la Iglesia ha provocado resistencias en los sectores más conservadores de la jerarquía eclesiástica polaca. Tampoco gusta entre las instancias políticas la defensa del papa argentino de la acogida de refugiados, un tema sobre el que el Gobierno polaco se muestra reacio.” http://es.euronews.com/2016/07/28/francisco­llega­a­polonia­en­plena­discrepancia­con­el­gobierno­y­la

6 “La Comisión Europea insistió hoy en que el Gobierno polaco se comprometa a garantizar el Estado de Derecho en el país y apaciguar su crisis interna surgida a raíz de una posible reforma al Tribunal Constitucional local.” http://prensa­latina.cu/index.php?o=rn&id=26229&SEO=comision­europea­exige­a­polonia­cumplir­estado­de­derecho

7 “En el ámbito cultural “rechazan como falsificación todo lo que, a su modo de ver, ensucie la imagen del pueblo polaco, que consideran inmaculada. Eso les ha llevado a pleitear por las revelaciones de los asesinatos de judíos por sus vecinos polacos en Jedwane en 1941.” http://cultura.elpais.com/cultura/2016/09/07/actualidad/1473268911_259162.html

8 “His former party, Dawn of Direct Democracy, rode a wave of anti­immigrant fervor into the Czech Parliament in 2013.” http://www.ozy.com/provocateurs/the­czech­immigrant­who­opposes­immigrants/41659

9 “Durante su discurso televisado de Navidad el presidente checo agregó que la llegada masiva de inmigrantes es una «invasión organizada» y «no de un movimiento espontáneo de refugiados». Zeman concluyó diciendo: «Este país es nuestro. Este país no puede ser y no será para todos». A pesar de estas baja cifras, la República Checa es uno de los que rechaza con mayor vehemencia el reparto de refugiados en el seno de la Unión Europea.” http://www.huffingtonpost.es/2015/12/26/refugiados­presidente­checo_n_8879276.html

10 “El grupo Visegrado, también conocido como el ‘V4’ se ha convertido en el centro de todas las miradas. Por su rechazo a la propuesta sobre inmigración presentada en la reunión entre ministros del Interior celebrado en Bruselas”. http://www.lainformacion.com/asuntos­sociales/inmigracion/que­es­el­grupo­visegrado­y­por­que­ha­dicho­no­al­acuerdo­sobre ­los­refugiados_Rx30nBSuHvdjnivK8XyUV6/

11 Nota en Europapress. http://www.europapress.es/internacional/noticia­grupo­visegrado­espera­cumbre­ayude­proteger­fronteras­bulgaria­201609151 52549.html

12 “Este partido antiinmigrantes, fundado en 2013, logró ayer entrar en el parlamento regional berlinés, con 13,8% de los votos. De este modo, ya logró representación en los parlamentos de diez de los 16 estados que tiene el país, informó la agencia de noticiasEfe. Su siguiente paso es conseguir en las elecciones de setiembre de 2017 lo que no pudo hacer en las de 2013: superar el 5% de votos necesario para entrar en el parlamento federal, el Bundestag. Las últimas encuestas concluyen que puede contar con eso.” http://ladiaria.com.uy/articulo/2016/9/caen­los­partidos­tradicionales­en­las­elecciones­de­berlin/

13 “La canciller alemana, Angela Merkel (izquierda), rechaza las críticas a su decisión de permitir el ingreso al país a más de un millón de migrantes, la mayoría musulmanes, el último año” https://es.gatestoneinstitute.org/8623/alemania­inmigracion­puertas­abiertas 14 http://internacional.elpais.com/internacional/2016/09/20/estados_unidos/1474384409_797751.html

Referencias bibliográficas

Hans­Jürgen Bieling (2015). «Uneven development and ‘European crisis constitutionalism’, or the reasons for and conditions of a ‘passive revolution in trouble'». In Johannes Jäger; Elisabeth Springler.Asymmetric Crisis in Europe and Possible Futures: Critical Political Economy and Post­Keynesian Perspectives. Routledge. p. 110. ISBN 978­1­317­65298­4

Nociar, Tomáš (December 2012). «Right­Wing Extremism in Slovakia». Friedrich­Ebert­Stiftung International Policy Analysis: 5–6. Disponible online en ingles: http://library.fes.de/pdf­files/id­moe/09567.pdf

Anexo

Innovación y crecimiento económico

Introducción

Tanto en América Latina como en la mayoría de las regiones capitalistas del mundo, se ha asistido a una concepción de desarrollo, tanto como proceso o como estadio, que ha sido generalmente relacionada con el logro del crecimiento económico. De esta manera, se han procurado generar diversas teorías y prácticas para lograr que éste se efectúe. En este marco, América Latina desde su “independencia” ha esbozado diferentes teorías para alcanzarlo. En este caso trataré una de ellas, la concepción que entiende que para alcanzar el desarrollo, y por tanto el crecimiento económico, se hace necesario embarcarse en un proceso de innovación continua en los emprendimientos que formen parte de nuestra matriz productiva. Entiendo importante realizar una crítica a esta concepción dado que es muy aprobada y apoyada y ciertas cuestiones deben ser tomadas en cuenta. Para comenzar, realizaré un análisis de la teoría realizada por Prebisch con respecto a la industrialización para alcanzar el objetivo de desarrollo, dado que entiendo que este análisis tiene un fuerte componente tratado por los que defienden a la innovación como clave para embarcarse en este proceso y facilitará la comprensión del mismo.

Análisis Cepalino y actual

En el marco temporal donde se esbozó la teoría de Prebisch, se defendía que para alcanzar el desarrollo todos los países debían seguir el mismo camino, el cual era cuasi automático: la población humana tiende a ir en aumento, al aumentar la población en el sector rural aumentaría la producción de alimentos, se generarían ciudades mayormente pobladas gracias a la existencia de más alimentos y, reduciendo ampliamente la teoría, en las ciudades se generarían industrias que propulsarían el desarrollo (en este contexto crecimiento económico). Como crítica, Prebisch, en representación del pensamiento Cepalino de la época, plantea que existe un norte y un sur en diferentes estadios de desarrollo, y que las economías del sur o subdesarrolladas se encuentran en una situación de dependencia con respecto a las desarrolladas que no les permite, valga la redundancia, desarrollarse. A su vez, plantean que esta dependencia se debe, al menos en gran parte, a que los términos de intercambio en el comercio internacional no nos benefician. Arguyen que esto es así dado que los países subdesarrollados cuentan con matrices productivas poco industrializadas, que no incorporan procesos productivos de gran eficiencia ni progreso tecnológico. Debido a esta situación, los países subdesarrollados exportan mayoritariamente materias primas y productos con poco valor agregado e importan manufacturas que sí lo tienen y que incorporan cada vez un grado mayor del mismo, gracias a la incorporación de nuevas tecnologías. De esta manera, los productos exportados valdrían cada vez menos en relación a los importados, lo que sería un gran obstáculo a la hora de lograr el desarrollo (y el aclamado crecimiento económico). Habiendo analizado esta situación, planteaba que se hacía necesario un proceso de industrialización guiado por el Estado en los países subdesarrollados (específicamente América Latina) que les permitiera tomar ventaja del comercio internacional, superando los términos de intercambio desfavorables y permitiendo el desarrollo en estas regiones.

La concepción que nos propusimos analizar parecería tomar gran parte de la crítica pero difiere en la solución. Arguye que fomentar la industrialización no es suficiente para lograr alcanzar el desarrollo, sino que se hace necesaria la presencia de un proceso innovativo endógeno, local, que nos permita desarrollar e incorporar continuamente nuevas tecnologías. Se entiende esto debido a que si no lo hiciéramos de esta manera, deberíamos comprar estas nuevas tecnologías continuamente a los países del norte para poder competir en el mercado internacional, por lo que aún nos encontraríamos en una situación de dependencia y continuaríamos estancados en el subdesarrollo.

Críticas

En un plano netamente economicista, existen teóricos que plantean que los procesos productivos que involucran procesos de investigación continuos tienen la característica de poseer rendimientos crecientes de escala. Sin ánimos de entrar en una discusión conceptual, me tomaré la libertad de utilizar tipologías y argumentos tal como se utilizan en este campo (si utilizo la palabra “natural”, es en el sentido atribuido por los mismos, así como “recursos”, “bienes” y otros que puedo no percibir). Esto significa que, a medida que una empresa aumenta los factores de producción (“recursos” que se requieren para producir el “bien final”) utilizados, la producción crece más que proporcionalmente a éste aumento. Esto implicaría que, ante la presencia de varias empresas ofreciendo el bien en el mercado en cuestión, un aumento en igual cantidad de los factores productivos utilizados por parte de cada empresa involucrada resultaría en lo siguiente: la empresa que contara con más producción inicialmente, aumentaría la producción en mayor medida que sus competidoras. De esta manera, las grandes empresas tendrían ventaja en este mercado y, a largo plazo, se tendería a la presencia de un “monopolio natural”. La presencia de un monopolio implica la potestad de fijar precios (o cantidades) del bien ofrecidos por parte de la empresa en cuestión, lo que le daría la posibilidad de aumentar su opulencia en detrimento de la población que consuma este bien.

Describiré brevemente por qué al involucrar un proceso innovativo continuo en un proceso de producción se tiende a generar rendimientos de escala crecientes. Un proceso innovativo de este tipo implica, generalmente, una gran “inversión de recursos”, representados como factores de producción. Sin tomar en consideración las consecuencias directas de este mayor consumo de factores, una vez desarrollada esta nueva tecnología, la producción del producto suele ser más barata (o ese es el supuesto objetivo a la hora de invertir en innovación). De esta manera, la inversión en innovación debe ser muy grande, pero a partir de esta la producción consecuente será barata. Al ser la producción del bien más barata con la nueva tecnología, un aumento de los factores de producción utilizados resultará en un aumento de producción mayor que en el caso de una empresa que no cuenta con tal tecnología. Debido a esto, en los mercados de bienes que involucren la información y la innovación en su producción (lo cual sucede cada vez en una mayor parte de los mismos) existirán grandes obstáculos a la hora de integrar nuevos oferentes que intenten competir con los presentes, y estos últimos tenderán a dominar el mercado en un oligopolio o monopolio, acrecentando la desigualdad.

Realizo esta conceptualización para integrar a la discusión la incógnita de quién se vería realmente favorecido por un proceso de este tipo: ¿Sería la población en general, o la clase opulenta? Vale aclarar que todo este análisis se realiza dentro de la estructura actual de producción y consumo y, sin lugar a duda, la situación sería diferente si la organización social fuera otra. De todas maneras, tal como se plantea actualmente, la concepción criticada no buscaría romper con la organización tal como se presenta, sino que parecería buscar alternativas para adaptarse y, en esta concepción, “beneficiarse” de la misma.

Supongamos que este proceso llevara precisamente al crecimiento económico y a un mayor consumo en nuestra sociedad; a «beneficiarse» de la organización imperante. Esto nos da espacio, pues, a criticar la misma. Posicionándonos desde una perspectiva decrecentista, se puede argumentar que este tipo de proyectos no hacen más que fomentar el crecimiento económico deliberado, sin tomar en consideración los impactos que esto tiene sobre nuestro entorno y nosotros mismos. Desde esta mirada, se entiende que a causa del afán y la confianza por el crecimiento económico hemos generado una sociedad ampliamente desigual, donde hemos explotado nuestro entorno a nuestro beneficio y nos hemos acercado deliberadamente a los límites de subsistencia del mismo. De esta manera, se suele hablar de la “sociedad opulenta” y se considera al norte como el gran consumidor del planeta, siendo que los países del sur no deben reducir su consumo, sino más bien modificar sus objetivos y valores para no cometer los mismos errores que han cometido ellos. Claramente la perspectiva cepalina hoy vigente es una muestra de que los valores de la sociedad opulenta aún persisten, dado que el objetivo principal de este tipo de posturas es acrecentar el crecimiento económico, confiando en que este siempre traerá buenas consecuencias sociales. A su vez, tal como en el norte existe la pobreza, en el sur existe una clase opulenta con los mismos intereses que la del norte, lo que implicaría la necesidad de, a su vez en nuestro caso, llevar adelante una redistribución de los recursos en detrimento de algunos. Por otra parte, se arguye que lo que hace la felicidad no es la disposición a una gran cantidad de materiales, sino a una vida sin ansiedad, donde se disfrute el ocio en su sentido no mercantilizado y donde el anhelo a un aumento en la disposición de productos deje de ser el motus que de sentido a nuestras vidas. Todo esto nos muestra que aquí en el «Sur» tenemos al igual una gran variedad de desafíos por superar, si nuestro objetivo es alcanzar una vida placentera y libre. 

Como podemos ver, se criticaría la persistencia de una confianza ciega en el crecimiento económico, que no contempla los límites del mismo ni, muchas veces, sus “efectos secundarios” y las consecuencias negativas que éstos conllevan. Si deseamos alcanzar el objetivo mencionado, se hace necesario formar una sociedad consciente sobre las implicancias de estos proyectos, donde se institucionalicen valores diferentes que sancionen actitudes de opulencia, se aprecien las actividades no mercantilizadas y se favorezcan procesos autogestionarios y de participación activa en la toma de decisiones.

Bibliografía

-Pérez (2001), Cambio tecnológico y oportunidades de desarrollo como blanco móvil. Revista de la CEPAL 75.

-Frank, Robert, Microeconomía y conducta. 5ª edición. Mc Graw Hill. Cap 12, El monopolio.

-Rodríguez (2006), Dependencia y Desarrollo en América Latina. Editorial S XXI. CEPAL. México. Disponible en: https://books.google.com.uy/books?hl=es&lr=&id=MQs08b4WqboC&oi=fnd&pg=PA13&dq=Rodr%C3%ADguez+(2006),+Dependencia+y+Desarrollo+en+Am%C3%A9rica+Latina.&ots=vyWzokNHiQ&sig=rdjvEu9UpwRXhVvLFkqjWadwMLk#v=onepage&q=Rodr%C3%ADguez%20(2006)%2C%20Dependencia%20y%20Desarrollo%20en%20Am%C3%A9rica%20Latina.&f=false

-Rostow (1961), Las etapas del crecimiento económico: un manifiesto no comunista. Fondo de Cultura Económica.

Taibo (2009), En defensa del decrecimiento. Editorial Catarata. Disponible en: https://books.google.com.uy/books?hl=es&lr=&id=QUYK9-PuNaEC&oi=fnd&pg=PA11&dq=Carlos+Taibo+decrecimiento&ots=JyyaLiKP5U&sig=dqvWvbhumHNqEsfTTJHnL6VW1G4#v=onepage&q=Carlos%20Taibo%20decrecimiento&f=false

La Ley Seca… Y lo que vino después: Apuntes sobre la Ética de la Libertad.

 

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Este artículo se desprende de un análisis más amplio sobre Drogas e Imaginario Hegemónico, así que me excuso previamente sobre las posibles lagunas que pueden surgir en el desarrollo del texto. Luego de realizada esta puntualización, nos remitiremos a ciertos elementos específicos de la conformación del mismo en el libro “Why Prohibition” del pastor presbiteriano y activista Charles Stezle, un clásico del ideario de la prohibición dentro del movimiento del evangelio social norteamericano, ponderando las ideas de virtud por ascesis y ética del trabajo, además de incluir cierto análisis sobre trabajo y reforma social.

La raíz del discurso en el texto de Stezle se inscribe en la Segunda dicotomía hegemónica demonizadora (Bayce, 2012), traduciendo el término, una ponderación de la espiritualidad ascética, vinculada a la teología de raíz reformada o calvinista ya que el presbiterianismo se inscribe dentro de esta corriente teológica, el dogma reformado ascético, que llamaremos de ahora en adelante puritanismo, parte del concepto de predestinación (Weber, 1991), es decir, la determinación de los salvos y los no salvos por parte de Dios desde el momento de la creación, tomando las actitudes y las orientaciones de los hombres como indicadores terrenales de la gloria celestial, el hombre salvo se destaca por virtuoso y no por salvo. Es decir, se demuestra a sí mismo como salvo en el momento que los signos de su salvación se tornan evidentes en consonancia de las prácticas virtuosas, discurre aquí una tautología justificadora al modo en el que lo ha explicitado Baudrillard (1972). El trabajo, el trabajo duro, sin concesiones, es signo de virtud, de sacrificio terreno en pos de la develación del significado de la salvación, es decir, no se trabaja para salvarse, sino para saberse salvo. Es conocida la tesis weberiana sobre la ascesis puritana (Weber, 1991), el trabajo, la acumulación y el Capitalismo, pero existe una segunda cuestión, los modos de vida considerados dignos para un trabajador por más empobrecida que sea su situación, y los medios de superación individuales, uno de los medios para alcanzar la dignidad es la abstinencia respecto a los placeres terrenales que corrompen al hombre, es importante señalar la distinción en consonancia con la postura teológica puritana, estos placeres terrenales no corrompen el alma del hombre, que no se salva o pierde por sus actos terrenos ya que está predestinado, corrompen al hombre en su materialidad y son signos de derrota (Weber, 1991). El trabajador alcohólico es un trabajador derrotado, durante varios capítulos del libro de Stezle se detallan las maniobras de los saloon, y se las vincula con la irracionalidad destructiva de la generación de ganancia, vinculada directamente a la derrota de estos trabajadores, es decir, se genera un acto de transferencia simbólica, una especie de rendición del hombre frente a lo demoníaco, orientando su tiempo libre que debería estar en servicio de la virtud constructiva respecto al ocio sin sentido. Las drogas juegan entonces un papel central en la depravación del trabajador, y porque no, en la deprivación de este.

 Luego de lo escrito, caracterizaremos a la figura de Stezle y la organización Interfaith Worker Justice como protectores según los términos de (Escohotado, p 10, 1989 ), posturas como las sostenidas en Why Prohibition son las que apuntalarán las estructuras de seguridad social comprendidas por los Welfare State, resulta clave para mi afirmación, el poder verificar graciosamente a través del sitio de Internet de la IWJ que si bien ha abandonado la retórica prohibicionista, aún se embandera tras la concreción de fuertes esquemas de seguridad social con un sentido paternalista, una organización que dicho sea de paso, comparte historia en común con la central de trabajadores más importante de los Estados Unidos, la AFL-CIO. Esta afirmación gana en contundencia si revisamos minuciosamente el libro, en la página 92, Stezle nos habla acerca de las posibilidades de los trabajadores a la hora de gastar el dinero, por un lado los vicios que lo esclavizan, y por otro la previsión que lo libera, resulta muy interesante el orden de los elementos, el alcohol y el tabaco por un lado frente a contribuciones voluntarias a su comunidad de Fe y la posibilidad de dotar a su familia de servicios mutuales y previsionales por el otro. Todas estas elucubraciones acerca de la pertinencia del gasto del dinero de una cosa sobre la otra, es decir, la generación de un sistema de prioridades desde un marco axiológico, chocan con el sentido de libertad de intoxicación expuesto por Szasz (1992). Frente a estas dos concepciones que se presentan como antagónicas, vértices de un campo en disputa, nos parece interesante aportar al debate una voz que se introduce tanto desde lo teológico como desde lo sociológico.

Para Jacques Ellul, el problema no reside en la disposición de los recursos dentro de este sistema técnico, sino en la disposición humana acerca de la trascendencia, la búsqueda incesante del bienestar (Gervais, 2011) , ya sea a través de la ascesis y las doctrinas de la responsabilidad, o las de reducción de la Libertad a esquemas de consumo. Es decir, se plantea que el hombre ha de reorientar su definición, atendiendo al hombre como ser desprovisto de progreso fundamental (Gervais, 2011), desplazando el eje de la trascendencia del hombre, y poniendo el foco sobre el refinamiento de sus herramientas, y lo que ha hecho con ellas, es decir, se ha dotado a las herramientas de trascendentalidad. Para ser más claro, Ellul no dudaría en llamar técnicas o herramientas tanto a los sistemas de protección social basados en la ascesis, como a los esquemas de libre mercado y libre consumo, que son propugnados por sendos representantes del complot pagano (Escohotado, 1989).

E.S. Barrios

 

Bibliografía:

Baudrillard, J. (1972): Crítica a la economía política del signo. Siglo XXI. México.

Bayce, R. (): “Los trasfondos del imaginario sobre ‘drogas’: valores culturales, geopolítica, intereses corporativos y hechos mediáticos.” en Autores Varios: Aporte universitario al debate nacional sobre drogas. Colección Art. 2. CSIC. Udelar. Montevideo. Uruguay.

Escohotado, A. (1989): Historia General de las Drogas. 3 Tomos. Alianza, Madrid.

Gervais, M (2010): Hombre, Dios e Historia según Jacques Ellul. Revista Digital Espiritualidade Libertária, n. 1, 1. sem. 2010, pp. 20-45. São Paulo. Disponible aquí

Szasz, T. (1992): Nuestro derecho a las drogas. Anagrama. Barcelona. España.

Weber, M. (1991). La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Premia Editora. Puebla, México.

 

 

Estudio de caso: proceso electoral en Haití, debates sobre neocolonialismo.*

*Artículo publicado en el Informe Nº 16 (Enero-Abril 2016) del proyecto Análisis de Coyuntura Internacional (CSIC-UDELAR), autoría de Kail Márquez, estudiante avanzado de la Licenciatura en Desarrollo (FCS)

Introducción

En este artículo se estudia la crisis político-institucional en desarrollo en la mitad occidental de la isla de La Española en el mar Caribe, Haití. Para lo cual, se combina un análisis coyuntural con el estructural, a la vez que se integra el campo político-institucional (sistema electoral y de partidos, etc) con el campo económico-social. Algunas preguntas que guían la investigación son ¿se pueden identificar bloques más o menos homogéneos en la actual disputa por dominar el proceso electoral? ¿Cuáles son sus raíces históricas? ¿Cuál es el rol de la comunidad internacional en dicho proceso?

Historia de Nuestra América

Desde la formación del moderno sistema mundial (Wallerstein), los sucesivos centros imperiales se han repartido los territorios coloniales y neocoloniales. Durante el siglo XX, los centros capitalistas nor-occidentales mantuvieron una política exterior caracterizada entre otras manifestaciones, por: intervenciones directas (invasión militar), como fue el caso de Haití en 1915-1934; intervenciones indirectas (diplomáticas-comerciales-financieras), como en la dictadura duvalierista 1934-1986. La emergencia de un movimiento democratizador y democratizante derrocó la dictadura, constituyó un nuevo contrato social (1987) y llevó al poder estatal (1991) al teólogo de la Liberación Jean Bertrand Aristide. El gobierno del Frente popular duró siete meses hasta el golpe militar, el cual demostró la reacción de grupos tradicionales que en situaciones de cuestionamiento a sus condiciones sociales recurren a prácticas golpistas. Tras retornar tres años después, el primer presidente democráticamente electo del siglo disolvió el ejército, factor influyente en el ciclo posterior.

Luego de entrado el siglo XXI, con una nueva ola de gobierno pos-neoliberales en América Latina, el discurso radical del presidente incitó, según Louis (2012) a actores como la élite haitiana y al “Instituto Republicano Internacional sobre Asuntos Internacionales” a organizar grupos de oposición para desestabilizar y volver ingobernable a Haití.1 Fue así que en 2004, las fuerzas opositoras toman ciudades rebeldes del control del gobierno democrático, avanzando hacia la capital Puerto Príncipe, hasta obligar al presidente a renunciar. Lo siguiente, fue el pedido del presidente de la Corte suprema de justicia al Consejo de Seguridad del envío de una Fuerza Multinacional (FMP) -a falta de un ejército nacional-. Ante la llegada de la misma, los “líderes rebeldes” llaman al desarme. El golpe es resistido por la sociedad civil con marchas y huelgas, el primero de junio ingresa la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH).

Nueva ocupación militar, nuevo ciclo

El movimiento histórico demarca que la salida de facto exigida por las potencias nor-occidentales tuvo su fecha el 29 de febrero del año 2004, cuando:

(…) una intervención militar franco-norteamericana destituyó al presidente. Posteriormente, este golpe de estado fue reforzado y “legitimado” con la presencia de tropas militares que integran la Misión de Estabilización de Naciones Unidas para Haití (MINUSTAH), con efectivos de diferentes países de América Latina (entre ellos de Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Ecuador, Guatemala, Perú, Bolivia y Paraguay), y de otros continentes, comandados y financiados por EE.UU. y Francia”. (Korol y Chalmers 2010)

Tras varios años de poliarquía de baja intensidad con el partido pro-aristide Fanni Lavalas proscripto, llega el año 2010, momento bisagra. Tras un terremoto de 7 grados en la escala Richter, y la contaminación de afluentes por parte de las tropas nepalinas de la MINUSTAH con el virus del cólera, eventos que han generado daños estructurales a una sociedad que históricamente se ha clasificado entre las naciones menos desarrolladas. Luego de estos eventos, llegan las elecciones presidenciales de 2010. Según el representante de la OEA en Haití- y Doctor en Relaciones Internacionales – Ricardo Seitenfus “la comunidad internacional dio un golpe al presidente Preval (2006-2010).”2 Ante los resultados dictados por el Consejo Electoral haitiano, la injerencia de la Organización de los Estados Americanos y del “Core Group” de la MINUSTAH (compuesto por la comandancia de las fuerzas) generó un trocamiento de las posiciones relegando al segundo candidato, Jules Celestin, al tercer lugar, ocupado por Michell Martelly del partido Tet Kale.3 4 Consumado el fraude, el ex- miembro de los tonton macoute – escuadrones de la muerte- durante el duvalierismo asumió la presidencia. La administración de Martelly, no asume sus responsabilidades democráticas al hacer caer el mandato legislativo sin llamar a elecciones, su último año de gobierno fue en base a decretos cuya legalidad se ha visto cuestionada desde la oposición democrática.

Parteaguas disruptivo 2015-2016

El año 2015, en la esfera social ha presentado un reflote de casos de cólera debido a las condiciones estructurales de acceso al agua, la cual es para la mayoría de la población extremadamente precaria. Cabe añadir las repatriaciones forzadas de haitianos y hijos de haitianos nacidos en República Dominicana. En la esfera económica, el déficit fiscal del Estado se ha ajustado restringiendo las importaciones de RD para regularizar el contrabando. No obstante esto ha generado una devaluación del gourde (moneda nacional) y una pérdida de salario real.5 6 En cuanto a la esfera político-electoral, el proceso comenzó con mucha incertidumbre dada la candidatura de 105 partidos al parlamento y 55 candidatos para la presidencia, con un total de solo un millón y medio de votos en una población de diez millones, es decir el 7% del padrón. 7 8 Con lo que respecta a la esfera partidario-electoral, el 6 de agosto se realiza la primera vuelta de las elecciones legislativas, con 22 circuitos que cancelaron sus resultados (4% de los circuitos, 290.000 electores sin votar). Sucedieron disturbios, con personas fallecidas.9 Continuando con el proceso, el 25 de octubre se concretó la primera vuelta de las presidenciales, la segunda vuelta de aquellos circuitos con resultados de las legislativas y la primera vuelta de aquellos circuitos que no fueron exitosos. Estas dos jornadas electorales fueron importantes ya que inmediatamente después, se conforma un grupo de 8 candidatos-partidos presidenciales auto-denominados “oposición democrática”. Su programa de demandas se resume en: denunciar el fraude de octubre y exigir la formación de una comisión independiente que investigue las elecciones presidenciales.10 La carta fue apoyada por movilizaciones callejeras dentro y fuera de Haití. Por su parte, el gobierno martellyano prioriza políticamente la culminación del proceso electoral, es decir, la segunda vuelta de las presidenciales. Fue así que las sucesivas fechas fijadas por el gobierno fueron inviables ya que no contemplaban las demandas de un amplio sector opositor, que denunció un intento de “Golpe de Estado electoral” por parte del gobierno.11

En este período aumenta la frecuencia y la intensidad del conflicto social generando una crisis de gobernabilidad, donde se pueden identificar momentos clave como el 22-24 de enero y el 7 de febrero. El ballotage (segunda vuelta) sería, según los resultados oficiales, entre el candidato oficialista por el PHTK (Tet Kale) Jovenel Möise y el candidato opositor por LAPEH, Jules Celestin. En enero tras la renuncia del segundo a participar de la legitimación de un proceso electoral que considera fraudulento, llevó a una situación de un ballotage con solo un candidato. Por su parte, el Consejo Electoral Provisional (CEP) encargado de supervisar el proceso, sufrió una serie de renuncias y denuncias por corrupción, por lo que temiendo por su seguridad resolvió suspender la jornada del 24 de enero.12 A posterior, y sobre la fecha del fin del mandato de Martelly, ante la proximidad de un acefalismo y vacío institucional, el presidente firma un pacto con el parlamento, para que este genere un Gobierno Transicional que dirija el país y concluya el proceso electoral.13 Desde entonces, los partidarios de J. Möise denuncian al presidente interino Privert por intentos de perpetuarse más allá del tiempo pactado y por desviarse de la “meta fundamental” (según su visión) de la transición. La oposición en cambio reclama y ha logrado la conformación de una nueva “Comisión de verificación de los resultados de la primera vuelta”, contra los intereses de la embajada de EEUU.14 Según el coordinador especial del Departamento de Estado de Estados Unidos para Haití, Kenneth Merten, “El acuerdo político del 6 de febrero de 2016, firmado por el entonces presidente, Michel Martelly, y los presidentes de las dos cámaras del parlamento, no prevé la creación de una comisión de evaluación electoral. El trabajo de una comisión puede retrasar la finalización del proceso electoral.” Por su parte la organización “Reagrupacmiento de Haitianos en Montreal (Canadá)” emitió un comunicado donde indica que “Mulrean (Embajador estadounidense en Haití) se despojó de su traje diplomático, sin siquiera ruborizarse, al declararse contrario a la creación de la comisión de verificación, que considera inoportuna y una pérdida de tiempo”.15

Reflexiones sobre el caso

En la época del capitalismo tardío, la mundialización neoliberal avanza sobre los territorios en base a su ley de expansión de la frontera del mercado -valorizar espacios no mercantilizados-. Los centros imperiales nor-occidentales buscan re-colonizar los Estados, en algunos países recurren a invasiones militares como en Haití. La vulneración permanente de su soberanía, se manifiesta en la intervención de la “comunidad internacional” en el proceso electoral de Haití tanto en 2010 como en 2015-16. En el primer caso, los candidatos al ballotage no son decididos en elecciones populares directas, en el segundo son generalizadas las denuncias de fraude (golpe de estado electoral) masivo, con circuitos electorales contaminados de violencia e irregularidades. El imaginario colonialista-racista se palpa sin distinción ideológica entre algunos gobiernos progresistas y los neoliberales, tanto en la presencia militar concreta (MINUSTAH) o legitimando la impunidad y la violencia política en el proceso electoral de Haití con el argumento de que su nivel histórico de democracia es admisible la corrupción. La falta de estudios científicos-sociopolíticos sobre la democracia haitiana en América Latina puede ser un factor que explique la ignorancia social acerca de las relaciones internacionales entre los propios países latinoamericanos, hipótesis de investigación a ser desarrollada en otra ocasión.

Bibliografía

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Galeano, Eduardo (2012) La amenaza haitiana. Nota en página12 (online) Disponible en: http://www.surysur.net/la-amenaza-haitiana/ (consultado el 20-4-2016)

Feldmann, Andreas y Montes, Juan Esteban. (2008) Haití: Tribulaciones de un Estado colapsado. En Revista de Ciencia Política / volumen 28 / Nº 1 / 2008 / 245 – 264. (online) Disponible en: http://www.scielo.cl/pdf/revcipol/v28n1/art12.pdf (consultado el 20-4-2016)

Korol, Claudia y Chalmers, Camille (2010) Haití: Enfrentando al terremoto y a la herencia colonial. Enhebrando la solidaridad de pueblo a pueblo. (online) Disponible en: http://www.herramienta.com.ar/haiti/haiti-enfrentando-al-terremoto-y-la-herencia-colonial-enhebrando-la-solidaridad-de-pueblo-pueb (consultado el 20-4-2016)

Reserve, Roody. (2014) Haití: ¿La misión de la última oportunidad?. En Revista de Ciencia Política de la Universidad Católica de Chile / VOLUMEN 34 / Nº 1 / 2014 / 189 – 201. Santiago. (online) Disponible en: http://www.scielo.cl/pdf/revcipol/v34n1/art09.pdf (consultado el 20-4-2016)

Reserve, Roody (2010). Haití: ¿la democracia imposible?. V Congreso Latinoamericano de Ciencia Política. Asociación Latinoamericana de Ciencia Política, Buenos Aires. (online) Disponible en: http://www.aacademica.org/000-036/470.pdf (consultado el 20-4-2016)

Reserve Roody (2010) Haití: crisis sin fin. En Revista de Ciencia Política / volúmen 30 / Nº 2 / 2010 / 361 – 378 (online) Disponible en: http://www.scielo.cl/pdf/revcipol/v30n2/art10.pdf (consultado el 20-4-2016)

Gilly, Adolfo (2004) Populismo radical: un sujeto político no identificado. (online) Disponible en: http://www.soberania.org/Articulos/articulo_1151.htm (consultado el 20-4-2016)

Notas

1 Julio Louis (2012) “Soberanía, Integración y Defensa”, nota en La República. Disponible en http://www.republica.com.uy/integracion-y-defensa/181684

2 “Haití dilemas y fracasos internacionales” Julio Gestoso: “Respecto al conteo de votos «una forma maquiavélica. La misión recuento de votos de la OEA aseguró que ningún candidato pudiera obtener más de 225 votos aún cuando el promedio de votantes era de 460 en cada puesto de votación. La misión aplicó el innovador al candidato Jules Celestin desestimando aquellas urnas en las que el candidato obtuvo 225 o más votos. Para mantener las apariencias decidieron eliminar alguno de los votos de Manigat y Martelly así 13830 fueron eliminados de Manigat y 7150 Martelly mientras que Jules Celestin vio desaparecer 38541, u el 60% de los votos eliminados. Ricardo Seiteynfus: “Querian cambiar el candidato que estaba en el segundo puesto (Celestin) por el que estaba en el tercero (Martelly) porque Celestin era el candidato de Preval (centro izquierda).” Disponible: haitinominustah.info/2014/05/27/telesur-entrevista-a-prof-ricardo-seitenfus-7-de-mayo-de-2014

3 “With the government-backed contender Jude Celestin dropped from the race after mounting international pressure, former first lady Mirlande Manigat will face carnival singer Michel Martelly in the final round next month.” Disponible en http://www.aljazeera.com/programmes/rizkhan/2011/02/20112972730729805.html

4 “With the agreement of the Haitian government, the OAS sent a mission of 10 experts to evaluate the result and review the way the vote was counted (….) After discounting thousands of fraudulent or improper ballots for all candidates, it found that Mr Martelly won slightly more votes than Mr Celestin, and should go through to the run-off in second place.” Disponible en http://www.bbc.com/news/world-latin-america-12158139

5 Enzo Di Taranto – ONU- (2015) Entrevista: Estamos en un período de repunte del cólera; en los primeros meses de 2015 hubo un aumento de un 300%, comparado con el mismo período de 2014” y agregó que de una población aproximada de 10 millones de personas, en Haití “aproximadamente 3 millones continúan tomando agua de mala calidad.” El funcionario continuó en su detalle y expresó: “La devaluación del gourde, que determina un aumento en precios de los productos básicos, tales como medicinas, comida, agua; la sequía que severamente ha golpeado varios departamentos del país, y además la repatriación de haitianos desde República Dominicana”, son factores, según el funcionario, que agravan la situación humanitaria del vecino país.” Disponible en: https://gloriaivonne.com/2015/08/20/ante-emergencia-humanitaria-haiti-necesitara-usd-25-millones-dice-funcionario-onu/

6 Andrés Dauhajre hijo (2015) nota en elcaribe.com: “Si las finanzas públicas haitianas no son fortalecidas rápidamente, la fatiga de los donantes y la evaporación del financiamiento de Petrocaribe, podrían provocar una fuerte devaluación del gourde haitiano, una inflación acelerada y una caída del salario real.” Disponible en: http://www.elcaribe.com.do/2015/10/19/represalia-haitiana

7 Plantilla oficial del Consejo Electoral de Haiti. Disponible en: http://www.haitilibre.com/docs/Liste_definitive_des_candidats_14_mai_2015.pdf

9 Nota sobre Internacionales en LaPosta (11-8-2015). Disponible en http://lapostanoticias.com.uy/internacionales/haiti-jornada-electoral-marcada-por-la-violencia/

14 Nota en Prensa Latina (22-4-2916). (online) Disponible en http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=4813071&Itemid=10

15 Comunicado de la Rehmonco. Nota en Alterpress (14-4-2016), traducida por Dialogo 2000 – Jubileo Sur para haitinominustah.info. (online) Disponible en https://haitinominustah.info/2016/04/15/kenneth-merten-a-favor-de-una-solucion-rapida-a-la-crisis-electoral/

 

 

Economía del desarrollo

earth day

 CONSTRUCCION DE LA IDEA DE DESARROLLO

«Cada sociedad y cada época tienen su propia formulación de qué es el desarrollo». De una manera simple pero ilustrativa, podría decirse que el moderno concepto de desarrollo apareció a mediados del siglo xx con una fuerte impronta economicista; que desde fines de los años sesenta ha surgido un conjunto de críticas a ese reduccionismo económico, y que en los últimos treinta años se ha ido gestando una concepción más integral y compleja del fenómeno. Todo esto sin olvidar que de manera paralela fue surgiendo una corriente que cuestiona la idea misma de desarrollo (el postdesarrollo)[1]

Es cierto que vestiglos del concepto de desarrollo se pueden ver implícitos en las ideas de varios de los pensadores de la Ilustración europea del siglo XVIII y más aún en la obra de los economistas clásicos. El hecho de que Adam Smith estudiara con detenimiento el origen de la riqueza de las naciones y los planteos de Marx respecto al proceso dialéctico que conduciría a una sociedad sin explotados ni explotadores, son ejemplos de la importancia que tenían las preocupaciones sobre el futuro y el bienestar de la humanidad, en sus respectivas teorías.

En el siglo XIX por su parte, con el avance del positivismo en la ciencia, la idea del progreso dominó las visiones respecto a la dinámica del desarrollo de las sociedades humanas. Era imaginable que las condiciones de vida de la humanidad mejorarían con el paso del tiempo, como consecuencia de los avances en la ciencia. Como consecuencia de estas concepciones se fueron gestando desde la segunda mitad de ese siglo acciones imperialistas de un carácter cuasi mesiánico, mediante las cuales los países “mas ricos” les llevarían los beneficios de la civilización a los países más “atrasados”.

Sin embargo el auge de la palabra desarrollo y principalmente de la economía del desarrollo, es relativamente reciente. Antes de la segunda guerra mundial esta palabra era utilizada con un sentido muy diverso. El concepto proviene de otros campos, siendo por ejemplo frecuentemente usado en la biología para referirse a las etapas de crecimiento y maduración de un ser vivo. En las ciencias sociales el desarrollo actualmente alude a un amplio abanico de asuntos académicos y prácticos que desde mediados del siglo XX contienen un importante tinte económico. Así es que en la actualidad  los significados usuales de la palabra desarrollo apuntan a los avances y progresos en el campo económico y social. La Real Academia Española presenta al desarrollo como una acepción económica entendida como la “evolución progresiva de una economía hacia mejores niveles de vida”, mientras que, cuando se lo refiere a las personas, se lo define como “progreso, bienestar, modernización, crecimiento económico, social, cultural o político”, En definitiva el concepto de desarrollo se encuentra muy interconectado con la idea de incrementar, agrandar, ampliar  aumentar o extender, alguna característica de algo físico o intelectual.

Como se dijo, el concepto moderno de desarrollo, y en particular la llamada “economía del desarrollo”, se popularizó inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial. Se delimitaron ideas con un sustento teórico en la economía y fueron presentadas como respuestas prácticas frente a desafíos tales como la pobreza y la distribución de la riqueza. Por un lado se distinguieron los países desarrollados, y por el otro los países subdesarrollados, entre los cuales se encontraban los países latinoamericanos. Usualmente se hace referencia al discurso del presidente Harry Truman, en su asunción presidencial del  20 de enero de 1949, como el ejemplo más contundente de la implantación de este modelo, en el cual  los países del sur “subdesarrollados” deben seguir los mismos pasos que las naciones industrializadas. El discurso de Truman, conocido como Four Point Speech, se centraba en cuatro puntos sobre los que girarían los objetivos de la política estadounidense durante su periodo de gobierno: En primer lugar se planteaba continuar con el apoyo inquebrantable a las Naciones Unidas y organismos conexos, y seguir buscando formas de fortalecer su autoridad y aumentar su eficacia. En segundo lugar, se afirmaba que se iba a continuar con los programas de recuperación económica mundial. El tercer punto del discurso hacía referencia a la intención de apoyar a “las naciones amantes de la libertad contra los peligros de agresión” y finalmente el cuarto punto, y el que es de nuestro interés en este artículo, establecía la necesidad de iniciar un “programa nuevo y audaz para lograr que los beneficios de nuestros avances científicos y el progreso industrial estén disponibles para la mejora y el crecimiento de las regiones subdesarrolladas”.

https://www.youtube.com/watch?v=PXE-u4WanMI (Discurso Truman)

Además del famoso discurso de Truman, anteriormente ocurrieron dos acontecimientos políticos muy importantes, en los cuales se pueden apreciar los primeros vestigios de esta nueva economía del desarrollo. Esto fueron: la carta del atlántico del año 1941 y la declaración fundacional de las naciones unidas de San Francisco en 1945. La Carta del Atlántico fue una declaración conjunta suscrita en agosto de 1941, en la que Intervinieron el Presidente Franklin Delano Roosevelt en representación de Estados Unidos y Winston Churchill por parte de Gran Bretaña. En ella se manifiesta la intención de  «hacer conocer ciertos principios comunes en la política nacional de sus respectivos países, en los cuales descansan sus esperanzas de lograr un porvenir mejor para el mundo». En la declaración de San Francisco por su parte el concepto de economía del desarrollo no aparece explicitado en los propósitos de las naciones unidas, pero si asoma en el capítulo IX, que habla de la necesidad de promover la cooperación económica y social para lograr más altos estándares de vida, pleno empleo y condiciones de progreso económico y social y desarrollo.

Paralelamente a estos eventos políticos, en el plano académico, las formulaciones teóricas acerca del desarrollo, ya eran casi indistinguibles de las del crecimiento económico. Incluso ambos términos aparecían intercambiados en más de una oportunidad. De esta forma la idea de desarrollo fue quedando atada a la idea de crecimiento económico y a esté quedaron subordinados los temas del bienestar humano, ya que se consideraba que la desigualdad y la pobreza se resolverían por medios económicos. Las teorías hegemónicas acerca del crecimiento económico, entendían que la manera de alcanzar el desarrollo, era principalmente a través de la acumulación de capital físico. Se sostenía que un aumento del producto interior bruto per cápita reduciría la pobreza e incrementaría el bienestar de la población. Esta premisa se basaba en que, para una mayor producción per cápita, el ingreso por persona sería mayor y, a más ingreso mayor seria también el bienestar económico, ya que se ven incrementadas las posibilidades de consumo de la población. Es decir, el desarrollo quedaba directamente ligado con la idea de crecimiento económico y el bienestar humano quedaba reducido a la capacidad de consumo. Desde ese tipo de posturas se fue generando una fuerte insistencia en apelar a indicadores como el Producto Bruto Interno, que pasaba a ser considerado como la medida más adecuada para reflejar el estado de la economía de un país, convirtiendo su incremento en una meta en sí misma, dejando a un lado la atención a indicadores que estuvieran más relacionados con la calidad de vida de la población, ya que como se dijo estos avances estaban determinados simplemente por incrementos del producto. Como apunta Keith Griffin en su ensayo “Desarrollo humano: origen, evolución e impacto, “el crecimiento se convertía no sólo en el medio para alcanzar el desarrollo, sino en el fin del desarrollo mismo.”[2]

Para el economista estadounidense Walt Whitman Rostow ese crecimiento al que debían apuntar los países subdesarrollados para alcanzar a los más avanzados, atravesaba una serie de etapas, en las cuales los países más atrasados debían seguir el ejemplo de las economías más avanzadas. “Es posible clasificar todas las sociedades, teniendo en cuenta sus aspectos económicos, en cinco categorías: sociedad tradicional, precondiciones para el despegue, camino hacia un crecimiento autosostenido, camino hacia la madurez y etapa de alto consumo. Estas etapas no son solo descriptivas; no son una mera forma de generalizar las observaciones de ciertos hechos sobre la secuencia del desarrollo en sociedades modernas, sino que tienen su propia lógica interna y continuidad. Estas etapas constituyen finalmente tanto una teoría sobre el crecimiento económico como una teoría más general (aunque todavía muy parcial) de toda la historia moderna”.[3]

LAS ETAPAS DE ROSTOW

En la teoría de Rostow, las sociedades tradicionales, se caracterizan principalmente por la preponderancia de las actividades de subsistencia. Prácticamente la totalidad de la producción está destinada al  consumo y no al comercio. El comercio solo se desarrolla a pequeña escala y en base a sistemas de intercambio de mercancías, a modo de trueque. La inversión de capital en la economía es escasa, lo cual contrasta con la gran cantidad de mano de obra necesaria para la producción, la cual se enfrenta además a determinados obstáculos, como la falta de los conocimientos técnicos adecuados para el incremento de la producción. Las condiciones previas para el impulso inicial se darían durante un periodo de transición, durante el cual la sociedad tradicional adquiere aptitudes para aprovechar en mayor medida los conocimientos científicos y el uso de la tecnología, como forma de neutralizar los rendimientos decrecientes de los factores de producción. En esta etapa se constituye un estado nacional centralizado y eficaz, se modernizan las instituciones y se difunde la idea de progreso. En definitiva se desarrollan los cambios institucionales fundamentales para lograr un incremento sostenido de la productividad y posibilitar una expansión del comercio. Las sociedades pasarían luego a una tercera etapa que Rostow denomina como  la etapa de despegue o de impulso inicial. En esta etapa se produce un rápido crecimiento de un grupo de sectores de actividad, que aprovechan el uso de tecnologías modernas y de técnicas avanzadas de producción. Estos sectores “guía” actúan difundiendo el desarrollo tecnológico hacia los restantes sectores de actividad. Pasada esta etapa se llega a un periodo que se puede denominar como de “marcha hacia la madurez”. Rostow la define como  el periodo en que una sociedad ha aplicado eficazmente todas las posibilidades de la tecnología moderna al conjunto de sus recursos”.  Esta etapa se caracteriza por un largo periodo de progreso sostenido, (aunque con fluctuaciones en el corto plazo), en el que la tecnología se difunde cada vez más hacia todos los sectores de actividad de la economía, ya que el marco institucional es favorable para esta expansión tecnológica, impulsando así el crecimiento generalizado de la sociedad y por ende el deseado progreso. Finalmente las sociedades alcanzan como meta final, lo que Rostow denomina la “era del alto consumo masivo”, que se caracteriza por un crecimiento relativo importante del sector de servicios y de las industrias productoras de bienes de consumo, debido a la mayor demanda interna, como consecuencia del incremento del ingreso. En esta etapa surge la figura de un estado benefactor y se vuelven centrales los objetivos de bienestar y de seguridad social

De esta manera, como consecuencia de distintas decisiones políticas que se llevaron a cabo luego de la segunda guerra mundial y con el avance de las teorías neoclásicas de crecimiento en el plano académico, se consolida desde mediados del siglo XX un concepto del desarrollo con un fuerte sesgo eurocéntrico, que es percibido como un proceso de evolución lineal (Rostow), esencialmente económico, en el cual a través de la apropiación de recursos naturales y siguiendo principios de eficiencia y de rentabilidad económica, se orienta a los países considerados como subdesarrollados, a emular el estilo de vida de los países desarrollados.

Frente a esta primacía de las teorías neoclásicas de crecimiento económico,  y esa visión consolidada  del desarrollo, comenzaron a aparecer desde la década del 60 distintas visiones heterodoxas, que tenían en cuenta el problema del crecimiento ilimitado en un planeta de recursos finitos y se proponían buscar alternativas a este sistema económico considerado insostenible. Un ejemplo es la termoeconomía, teoría que fue desarrollada por el estadístico y economista Nicholas Georgescu Roegen. En líneas generales, se puede decir que su trabajo está basado en aplicar el segundo principio de la termodinámica (la ley de la entropía) al proceso económico. Esta ley sostiene que, en todo movimiento de energía, siempre hay una parte de la energía que se degrada y que se pierde para el aprovechamiento humano. «Durante el uso de materiales, siempre hay una parte que se degrada y que es imposible de recuperar, ni con los métodos más futuristas de reciclado«4. La conclusión más importante a la que arriba es que el crecimiento económico no es la solución a los problemas económicos, y es la principal causa del problema ambiental: «Es imposible un crecimiento exponencial indefinido en un medio ambiente que es finito.»5

También otros autores como Herman Daly siguieron la línea de Georgescu Roegen. Daly criticó la “manía del crecimiento” o la actitud de la teoría convencional, la cual a partir del supuesto de que las necesidades humanas son infinitas, establece que la obligación del sistema es producir continuamente mayor cantidad en un mundo sin fin, proponiendo el crecimiento económico como solución a los problemas de pobreza, desempleo, inflación, desequilibrios de la balanza de pagos, agotamiento de recursos y contaminación, todos ellos  problemas creados en buena parte por el propio crecimiento. Estas perspectivas fueron retomadas en la actualidad por autores como Robert Ayres y uno de los principales expositores de lo que se conoce en Europa como la teoría del decrecimiento el francés Serge Latouche.

CLUB DE ROMA, LOS LÍMITES AL CRECIMIENTO Y CRÍTICAS DESDE AMÉRICA LATINA

A mediados del siglo XX, poco tiempo después de difundirse las ideas sobre el desarrollo comenzaron a aparecer las primeras críticas. Gudynas en “Debates sobre el desarrollo y sus alternativas en América latina, una breve guía heterodoxa” (2011), nos advierte que esas mismas metas de desarrollo de los años 50, “ se escuchan hoy en día en América Latina nuevamente  desde las más variadas tiendas políticas, dejando en claro que la cuestión del desarrollo sigue abierta”[6]. Además, recuerda que el economista brasileño Celso Furtado desde hace ya varias décadas advertía que el desarrollo no era más que un mito enfocado en “objetivos abstractos como son las inversiones, las exportaciones y el crecimiento”.[7] Furtado además agregaba que el desarrollo económico, entendido como la idea de que “los pueblos pobres podrán algún día disfrutar de las formas de vida de los actuales pueblos ricos” es “simplemente irrealizable y que esa idea fue utilizada  para “movilizar a los pueblos de la periferia y llevarlos a aceptar enormes sacrificios, para legitimar la destrucción de formas de cultura arcaicas, para explicar y hacer comprender la necesidad de destruir el medio físico, para justificar formas de dependencia que refuerzan el carácter predatorio del sistema productivo”.[8]

Mientras en América latina surgieron inquietudes como la de Furtado, en Europa las preocupaciones también aparecían, materializándose principalmente en el estudio realizado por el Club de Roma: “Los límites del crecimiento”. El club de Roma era una asociación privada compuesta por empresarios, científicos y políticos, que encargaron a un grupo de investigadores del  Massachusetts Institute of Technology (MIT) bajo la dirección del profesor Dennis L. Meadows, la realización de un estudio sobre las tendencias y los problemas económicos que ellos entendían, amenazaban a la sociedad global. El informe no era una evaluación del estado del ambiente, sino que su objetivo principal era el de analizar las tendencias globales de crecimiento en cuanto a la población mundial, la industrialización, la producción de alimentos y la explotación de los recursos naturales. El informe cuestionaba directamente la idea de un desarrollo que pudiera lograrse a través del crecimiento perpetuo, ya que eso sería incompatible tanto con la finitud de los recursos, como con la capacidad de carga del planeta. Los resultados fueron publicados en marzo de 1972 bajo el título «Los Límites del Crecimiento”. En definitiva la tesis principal del estudio, es que en un planeta finito, las dinámicas de crecimiento exponencial  tanto de la población como del producto per cápita no son sostenibles en el largo plazo, al chocar con los límites que el planeta impone (recursos naturales no renovables, finitud de la extensión de tierras aptas para el cultivo, capacidad limitada para la absorción de residuos, etc). Al modelar las tendencias se encontró que se alcanzarían “los límites del crecimiento en el curso de los  próximos cien años”, donde el “resultado más probable sería un súbito descenso tanto de la población como de la capacidad industrial”. El informe dejaba en evidencia que la tendencia a un crecimiento exponencial de la población, el incremento de la industrialización y la consecuente contaminación que esta genera, y el consumo desproporcionado de los recursos, chocarían contra los límites planetarios anteriormente señalados. Las intenciones del informe del Club de Roma no eran las de plantear un futuro catastrofista oscuro e inevitable para la humanidad, sino la de enviar una clara señal de que el sistema económico imperante era insostenible y era más que necesario un cambio radical en las formas de producción y consumo de la sociedad ya que además de ser incompatibles con las características físicas del planeta, el estilo de vida creado por el capitalismo industrial sería siempre privilegio de una minoría.

“Los límites de los que hablamos son límites dinámicos y no pueden ser fechados con exactitud. Estos pueden ser elevados por el hallazgo de nuevos recursos o reservas, por la invención de nuevas tecnologías energéticamente más eficaces o por un cambio en los hábitos de producción-consumo”.[9]

“La situación actual de nuestra civilización, alimentada por el discurso dominante del pensamiento único, frena el tan deseado cambio. Nuestra realidad es el imperio de la “sociedad de consumo”, asociada a la idea de bienestar, al sobre-consumo de bienes y servicios, y donde hemos sustituido la necesidad por la demanda, privilegiando lo no necesario. Un sistema capitalista al servicio de un modelo socioeconómico que reduce el concepto de riqueza a lo estrictamente monetario y no conoce límites. El crecimiento se ha convertido en la “religión oficial” de la mayoría de los países [desarrollados o en vías de desarrollo], un fundamentalismo muy peligroso, constituyendo el dogma de fe de la cultura capitalista”.[10]

En aquellos años, el impacto de esas conclusiones fue enorme, y después de la publicación, distintos economistas, científicos y políticos de variadas corrientes ideológicas criticaron el análisis, tanto por sus conclusiones como por su metodología. Es así que el economista Robert Solow sostuvo que la predicción del informe estaba basada en datos con una base débil, mientras que otros críticos, seguramente afines al modelo de crecimiento económico planteado por el propio Solow y por Trevor Swan en la década del 50, argumentaban que en el informe no se tenían en cuenta las posibilidades de nuevos descubrimientos tecnológicos. Por su parte desde filas de la izquierda, especialmente desde la izquierda  latinoamericana, se tildó al informe de ser neomalthusiano, de renegar del papel de la ciencia para generar alternativas a los impactos ambientales causados, o de ser una simple manifestación de desarrollismo burgués o imperialista. Para varios intelectuales de izquierda se estaban atacando aspectos que ellos consideraban positivos, como la modernización, el aprovechamiento de las riquezas naturales latinoamericanas, y la propia idea del crecimiento. Es en este sentido que como iniciativa de varios de ellos se coordinó desde la Fundación Bariloche una respuesta, que se presentó como un modelo alternativo titulado: ¿Catástrofe o Nueva Sociedad? Modelo Mundial Latinoamericano en 1975.

La propuesta de Bariloche se centraba principalmente en que el problema no eran los límites físicos sino cuestiones sociopolíticas, las que provocaban una distribución desigual de poder tanto entre los países como al interior de ellos. El modelo planteaba como solución se una sociedad socialista, basada en la igualdad y la plena participación de todos los seres humanos en las decisiones sociales, donde se regularía el consumo material. Esta propuesta significó sin dudas un avance muy importante, pero sin embargo no logró complementar las críticas tradicionales que se hacen desde el socialismo al sistema de producción capitalista, con los impactos ambientales que este genera. De todas formas se alcanzaron importantes conclusiones, ya que se rechazaba el patrón de desarrollo de los países ricos, pero también se propusieron alternativas cuestionables como el uso extendido de la energía nuclear o ceder en forma masiva  las áreas naturales a la agricultura, sin considerar los serios impactos en la biodiversidad que esto tendría, dejando la preocupación ambiental para una etapa posterior. Se puede decir que este modelo en cierta manera acepta un  desarrollo que también está basado en el crecimiento económico, aunque sea por otros medios y con diferencias en cuanto a las formas de tenencia de propiedad de los medios de producción, pero no cuestiona el carácter productivista y la insostenibilidad de estas lógicas de producción en el mediano y largo plazo.

Luego de más de tres décadas de este documento y con la experiencia actual de los  gobiernos progresistas en la región, que en general no se despegaron de los tradicionales modelos de desarrollo, sino que por el contrario se limitaron a cumplir solamente con la tarea de mitigar y compensar alguno de los aspectos negativos del sistema económico, buscando disfrazarlo como una especie de “capitalismo benévolo”, las izquierdas latinoamericanas podrían tomar esto como un aprendizaje e intentar incorporar la preocupación ambiental a sus postulados. Frente al contexto de crisis ambiental mundial al que nos enfrentamos, es un buen momento para que se superen de una vez por todas los viejos prejuicios que siempre han existido frente al ecologismo por parte de la izquierda (no siempre injustificados, ya que buena parte de los movimientos ecologistas a nivel mundial han sido desde sus orígenes funcionales al sistema económico imperante). Igualmente esto debería dejar de ser un impedimento para poder comenzar a trabajar en una estrategia ecosocialista (como ya está sucediendo en algunos países europeos desde algunos grupos herederos de los movimientos antiglobalización de inicios del siglo XXI) y asi finalmente podamos cambiar de rumbo y sustituir este modelo económico y social tan dañino tanto para el planeta como para la gran mayoría de las personas que lo habitan.

Matias Prieto

1- Bertoni, Castelovo, Cuello, Fleitas, Pera , Rodriguez , Rumeau, ¿Que es el desarrollo? ¿Como se produce? ¿ Que se puede hacer para promoverlo?, 2011,  Facultad de Ciencias Sociales (Udelar)

2 Griffin, Desarrollo humano: origen, evolución e impacto

3 Rostow Las etapas del crecimiento económico, un manifiesto no comunista, 1960

4 Georgescu Roegen, La ley de la entropia y el proceso económico, 1971

5 Georgescu Roegen, La ley de la entropia y el proceso económico, 1971

6- Gudynas, Debates sobre el desarrollo y sus alternativas en América Latina: Una breve guía heterodoxa, 2011

7- Gudynas, Debates sobre el desarrollo y sus alternativas en América Latina: Una breve guía heterodoxa, 2011

8- Furtado, Desarrollo y subdesarrollo, 1971

9-  Zapiain Aizpuru, «Los límites del crecimiento: informe al Club de Roma sobre el predicamento de la Humanidad» Reseña, UNFPA ,2002

10- Zapiain Aizpuru, «Los límites del crecimiento: informe al Club de Roma sobre el predicamento de la Humanidad» Reseña, UNFPA ,2002

REFERENCIAS

Bertoni, Castelovo, Cuello, Fleitas, Pera , Rodriguez , Rumeau, ¿Que es el desarrollo? ¿Como se produce? ¿ Que se puede hacer para promoverlo?, 2011,  Facultad de Ciencias Sociales (Udelar) http://prebisch.cepal.org/sites/default/files/Manual%20Qu%C3%A9%20es%20el%20Desarrollo%20Bertoni%20et%20al.pdf

Griffin, Desarrollo humano: origen, evolución e impacto

Rostow Las etapas del crecimiento económico, un manifiesto no comunista, 1960

Georgescu Roegen, La ley de la entropia y el proceso económico, 1971

Gudynas, Debates sobre el desarrollo y sus alternativas en América Latina: Una breve guía heterodoxa, 2011 http://www.gudynas.com/publicaciones/capitulos/GudynasDesarrolloGuiaHeterodoxaFRLQuito11.pdf

Furtado, Desarrollo y subdesarrollo, 1971  Zapiain Aizpuru, «Los límites del crecimiento: informe al Club de Roma sobre el predicamento de la Humanidad» Reseña, UNFPA ,2002

Meadows, D.H.; Meadows, D.L.; Randers, J; Behrens, W, «Los límites del crecimiento: informe al Club de Roma sobre el predicamento de la Humanidad»  (1972) http://www.donellameadows.org/wp-content/userfiles/Limits-to-Growth-digital-scan-version.pdf

Fundación Bariloche, Modelo mundial latinoamericano, 1976 http://nuso.org/media/articles/downloads/210_1.pdf